El “consenso fiscal” presentado el jueves por el presidente Mauricio Macri a los gobernadores implica una mejora en el reparto de recursos públicos a cambio de que las provincias desistan de seguir con las demandas judiciales contra la Nación, como es el caso de Santa Fe que ha pedido a la Corte Suprema que ordene el pago de la deuda por descuentos irregulares sobre la coparticipación federal.
Macri quiere que los gobernadores retiren las demandas judiciales para negociar un nuevo esquema de coparticipación. La primera señal la dio la oficialista María Eugenia Vidal, en un gesto que el presidente pretende que sigan todos los gobernadores. Ayer Miguel Lifschitz lo descartó de plano: “Mantenemos firme el reclamo por el pago de la deuda de la Nación”, que según los cálculos de la provincia es superior a los 50 mil millones de pesos.
La de Santa Fe es apenas una de las demandas que afronta el gobierno central en la Justicia. En la exposición que hicieron los ministros Rogelio Frigerio y Nicolás Dujovne ante los gobernadores explicaron que hay 56 juicios distintos de las provincias al gobierno nacional por distribución de recursos coparticipables por un total de 340.000 millones de pesos; de ese monto, 50 mil millones corresponden al planteo de nuestra provincia.
En conferencia de prensa, ayer a la mañana en la sede Rosario de la Gobernación, Lifschitz descartó de plano retirar la demanda presentada ante la Corte Suprema el último 18 de octubre por la cual se exige la devolución de la deuda acumulada entre 2006 y 2015 por descuentos irregulares sobre la coparticipación federal. La deuda a valores históricos es de 23 mil millones de pesos, pero la provincia reclama más de 50 mil millones por actualización e intereses.
Además, el gobernador opinó que las reformas que promueve la Nación (tributaria, laboral y previsional) deben hacerse “de manera gradual en la medida en que el gobierno nacional compense a las provincias con recursos adicionales y en la medida también que tengamos la certeza de que esa disminución del déficit vaya realmente a inversiones productivas y no termine en los bolsillos de los empresarios en los circuitos financieros como ha ocurrido en otros momentos de la Argentina”.
«Que no nos den una receta”
Uno de los planteos realizados por Macri es que las provincias rebajen impuestos locales como Ingresos Brutos y Sellos. Santa Fe no lo va a hacer. “Nosotros no queremos resignar la potestad tributaria que tenemos las provincias. Una cosa es que podamos acordar criterios generales y otra cosa, que nos den una receta y nos digan cómo se tienen que bajar los impuestos año tras año y cuándo tiene que haber sellos y cuándo ingresos brutos para unos y para otros. Esto es parte de la competencia de las provincias en un país federal”, aclaró el gobernador.
“Santa Fe no está lejos de los objetivos planteados a nivel nacional porque es la única provincia de las grandes que no tiene gravado con Ingresos Brutos al sistema agropecuario y que tiene gravado con Ingresos Brutos a la industria con el 0,5% solamente al sector que factura más de 150 millones de pesos, así que todo el sector pyme está exento”, continuó el mandatario santafesino.
Respecto de la “armonización” jubilatoria que propone la Nación, Lifschitz indicó: “Nuestra preocupación no es que no podamos cumplir esas pautas sino que quedemos condicionados en el futuro o perdamos recursos de coparticipación. Una cosa es una adhesión voluntaria y otra una compulsiva con penalidades por no cumplir con esos objetivos”. La “armonización” supone que Santa Fe ajuste su sistema al nacional (donde no se paga el 82% móvil); caso contrario, la Nación dejará de enviar recursos para el déficit de la Caja de Jubilaciones de la provincia.
Prudencia
El gobernador habló además sobre la reunión del jueves, en Buenos Aires, con presidente Macri: “Recibimos la propuesta en relación a los fondos de coparticipación, a los impuestos y a metas fiscales, todos temas sobre los cuales veníamos conversando, pero que le conocimos la letra fina, así que nos vamos a tomar unos días para analizarlo en profundidad porque cada uno de los puntos tienen múltiples implicancias sobre las economías de las provincias. Queremos ser muy prudentes antes de emitir una opinión”.
El gobernador Lifschitz aclaró: “Más allá de todo este debate, desde Santa Fe mantenemos firme nuestro reclamo respecto del pago de la deuda, creemos que eso no es negociable y no puede entrar en ningún acuerdo”.
Respecto de las propuestas de la Nación, Lifschitz expresó: “En líneas generales compartimos varios objetivos planteados por el presidente: reducir el déficit fiscal nacional a 3,2 del Producto Bruto, el esfuerzo compartido para reducir el déficit y para no gastar más de lo que recudamos por vía tributaria, reducir impactos tributarios sobre sectores productivos, sobre todo los llamados impuestos en cadena o impuestos distorsivos” (impuesto al Cheque y alícuotas de Ingresos Brutos).
El mandatario provincial también adelantó que “el próximo jueves habrá una reunión de todos los gobernadores con los ministros responsables de seguir adelante con este acuerdo y seguramente allí habrá oportunidad de exponer con más claridad las posiciones de cada una de las provincias”.
