En el marco de la crisis global por el coronavirus, el FMI respaldó la renegociación de la deuda externa argentina. El organismo consideró que es necesario un alivio de entre 55 y 85 mil millones de dólares para los compromisos que debe afrontar el país en el pago de intereses, durante los próximos diez años.
A través del comunicado, Kristalina Georgieva, Directora Gerente del FMI, sostuvo que para «el peso actual de la deuda del país, será necesario un alivio sustancial de los acreedores privados para restablecer la sostenibilidad con alta probabilidad de la deuda».
Asimismo, el documento expresó: “Cuidar a las personas más vulnerables en Argentina y abordar la difícil situación económica del país han estado entre las prioridades más altas del presidente Alberto Fernández desde que asumió su cargo”. Y añadió: “Atender estos problemas se ha vuelto aún más apremiante a la luz de la pandemia del coronavirus y dado su importante impacto económico y sobre la salud pública”.
“La nota técnica, que presenta nuestra visión sobre la capacidad de sostener deuda del país en el mediano y largo plazo, está destinada a servir de guía a las partes involucradas en la compleja situación de la deuda argentina”, remarcó el comunicado.
En la misma línea, el Fondo aseguró que teniendo en cuenta “el peso actual de la deuda del país” será “necesario un alivio substancial de los acreedores privados para restablecer la sostenibilidad con alta probabilidad de la deuda”. Y concluyó: “Alentamos a un proceso de negociación colaborativo entre Argentina y sus acreedores privados con el objetivo de alcanzar un acuerdo que conlleve una alta participación”.
El superávit primario requerido para reducir ese grado de endeudamiento «y las actuales necesidades de financiamiento bruto hacia niveles manejables y consistentes con un crecimiento potencial satisfactorio, no es económica, ni políticamente factible», consideró el personal del FMI.
Será necesaria la reestructuración de la deuda «con una contribución apreciable por parte de los acreedores privados, que reduzca el nivel de deuda y las necesidades de financiamiento bruto hacia niveles consistentes con la capacidad de sostener la deuda de Argentina», agrega la nota.
«El alivio de la deuda necesario debería reducir las necesidades de financiamiento bruto de Argentina a un promedio de alrededor del cinco por ciento del PIB, y no superior al seis por ciento del PIB para cualquier año en el mediano y largo plazo», estimó el personal de la entidad multilateral.
En ese sentido, el alivio de la deuda externa precisa de condiciones financieras que Argentina pueda abordar en un período que se extiende de 2021 a 2024.
El equipo técnico observó que hay muchos parámetros que apuntan a la reestructuración de la deuda, «entre ellos reducciones del valor nominal, extensiones de vencimiento, períodos de gracia y recortes de las tasas de interés, que podrían proporcionar el alivio mínimo requerido en el servicio de la deuda en moneda extranjera que aseguran que relación deuda/PIB caiga con alta probabilidad».
El ministro de Economía, Martín Guzmán, determinó que los títulos públicos bajo legislación extranjera que intentará refinanciar con los acreedores externos ascienden a 68.842 millones de dólares.
Argentina también mantiene una deuda con el Fondo de 44.000 millones de dólares que fue contraída por la administración de Mauricio Macri (2015-2019).
En contrapartida, el organismo multilateral exigió un ajuste presupuestal estricto para llegar a un equilibrio fiscal.
El gobierno de Alberto Fernández espera renegociar la deuda externa que se encuentra en manos de acreedores extranjeros, pero advirtió que el país debe crecer antes de cumplir con sus compromisos financieros.