El gobierno de Javier Milei confirmó a través de un comunicado oficial que cerrará con un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) el nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Por ese mecanismo, los efectos de la negociación, cuyos detalles se desconocen y no está cerrada, entrarán en vigencia automáticamente y sólo podrán cesar si los legisladores rechazan el decreto, para lo cual hace falta el rechazo de las dos cámaras con dos tercios de los votos en cada una. Según el texto oficial, la operación financiera permitirá que el Tesoro Nacional cancele deuda con el Banco Central. Es decir, se cambia deuda intra-Estado fácilmente negociable por otra externa con condicionamientos y exigible.
Objetivos declamados sobre el acuerdo
De acuerdo con la comunicación de la Oficina del Presidente, la medida busca fortalecer el balance del Banco Central, «consolidando la estabilidad monetaria y financiera, además de avanzar en el proceso de desinflación y la liberación de restricciones cambiarias».
El comunicado destaca que «no existe asunto más necesario y urgente que terminar con la inflación», la cual, según el gobierno, ha «arruinado la vida de los argentinos». Por este motivo, Milei solicitó un «compromiso urgente» del Congreso para respaldar el acuerdo, al igual que hicieron «todos los gobiernos anteriores» en situaciones similares.
Argumentos del decreto
El gobierno enfatizó que transformar la lucha contra la inflación en una política de Estado es una señal de que los legisladores «comprendieron el mandato expresado en las urnas». En ese sentido, el presidente Milei expresó su confianza en el «compromiso y la responsabilidad» de los parlamentarios para con el pueblo argentino y su bienestar económico.
Esta decisión refuerza la postura del Ejecutivo de avanzar con su plan de ajuste fiscal y estabilización macroeconómica, en un contexto de negociaciones con el FMI, falta de dólares y expectativas sobre la evolución de la economía nacional.
Palabras cruzadas del presidente
El propio presidente Javier Milei había prometido durante su discurso de apertura de sesiones legislativas, y luego en una entrevista a solas con Luis Majul, que el nuevo acuerdo con el FMI sería enviado al Congreso para su aprobación, acompañamiento que pidió a senadores y diputados aún sin conocerse las características del préstamo, su monto y los condicionamientos de política interna que impondrá el organismo.
Sin embargo, ahora el Gobierno decidió poner en marcha la nueva toma de deuda por DNU, sin la aprobación parlamentaria, lo que contradice una ley vigente que prometió respetar: la 27612 de 2021 que en su artículo 2° señala: «Dispónese que todo programa de financiamiento u operación de crédito público realizados con el Fondo Monetario Internacional (FMI), así como también cualquier ampliación de los montos de esos programas u operaciones, requerirá de una ley del Honorable Congreso de la Nación que lo apruebe expresamente».