China devaluó ayer cerca de un 2 por ciento el yuan respecto del dólar, en la mayor revisión a la baja del valor de su moneda en dos décadas, y reformó el sistema cambiario para estimular su economía tras la caída del comercio exterior, según informó el gobierno del gigante asiático. Desde el gobierno argentino mostraron cautela. El presidente del Banco Central, Alejandro Vanoli, aseguró que la devaluación de la moneda china «no va a afectar» el patrimonio de la autoridad monetaria, que cuenta con yuanes en sus reservas.
El Banco Popular de China anunció en Pekín una renovación en el mecanismo de fijación del tipo de cambio del yuan para tratar de acercarlo a su valor real del mercado, que tuvo como efecto inmediato una caída de la divisa china en comparación con el dólar.
La entidad monetaria ejerce un férreo control sobre las oscilaciones en el tipo de cambio del yuan, ya que cada día establece un precio medio (llamado “paridad central”) del tipo de cambio del yuan con el dólar y permite que fluctúe (al alza o a la baja) hasta un máximo del 2 por ciento.
Con la acumulación de estas ligeras fluctuaciones diarias, el yuan se revaluó fuertemente en la última década, pero el Banco Central chino considera que últimamente la cotización que fija para el yuan se había “desviado” respecto de su valor de mercado, consignó la agencia de noticias EFE.
Dentro de este nuevo esquema, el tipo de cambio fijado ayer por el Banco Popular fue de 6,2298 yuanes por dólar, lo que supuso una devaluación del 1,86 por ciento respecto de los 6,1162 yuanes del lunes, el mayor descenso diario en su valor desde que en 1994 el gobierno chino lo rebajó en un tercio.
“Como China mantiene un superávit comercial relativamente grande, el tipo de cambio real del yuan es fuerte, lo que no es del todo coherente con las expectativas del mercado”, afirmó la autoridad monetaria.
“Las condiciones económicas y financieras internacionales son muy complejas”, admitió el Banco Popular, que destacó que este contexto “trae nuevos retos” para la segunda economía mundial.
La modificación del sistema cambiario chino llega una semana después de que el FMI propusiera retrasar la entrada del yuan en la canasta de monedas hasta septiembre de 2016, pero entre las declaraciones de los representantes del FMI y el anuncio del Banco Central chino ha mediado la publicación de los datos de comercio exterior del gigante asiático de julio, que mostraron caídas de las exportaciones y las importaciones del 8,3 y 8,1 por ciento interanuales, respectivamente.
La devaluación del yuan hace más baratos los productos chinos, lo que se espera que permita una recuperación de las ventas al exterior que suavizaría los efectos de la desaceleración por la que atraviesa la economía china, que va camino a registrar su expansión más débil en 25 años.
Swap
A través de la red social Twitter, Vanoli se expresó sobre la decisión del gobierno chino de devaluar su moneda. Aseguró que el Banco Central «continuará con su política de flotación administrada para consolidar la estabilidad el empleo y el desarrollo con inclusión social».
En octubre del año pasado, los bancos centrales de la Argentina y China acordaron activar el acuerdo de «swap» de monedas locales que se había celebrado unos meses antes. Vanoli solicitó así un primer intercambio por un monto de 814 millones de dólares, que fue acreditado por la entidad asiática en las reservas del organismo argentino.
En aquel momento, la autoridad monetaria destacó que con el swap «se contribuye a estabilizar los saldos del comercio bilateral». Además, puntualizó que con ese mecanismo «se ha dado comienzo también a la contabilización de las inversiones de reservas en la moneda china, la cual se encuentra camino a ser una de las principales monedas de reserva mundial, tal como lo expresan las decisiones en el mismo sentido de numerosos países».
La reacción de EE.UU.
Estados Unidos recibió con prudencia la devaluación del yuan y espera mayor liberalización de la divisa china para que Pekín impulse la demanda interna más que el comercio exterior. “Si bien es temprano para evaluar todas las implicaciones del cambio en la tasa de referencia del PBC (Banco Central chino), China ha señalado que los cambios anunciados son una nueva etapa hacia una tasa de cambio más determinada por el mercado”, dijo un portavoz del Tesoro en un comunicado. Desde hace años Estados Unidos sostiene que el yuan está subvaluado para favorecer las exportaciones chinas y demanda que su valor esté más ajustado a los del mercado.
Guerra de divisas
China anunció ayer de manera sorpresiva una devaluación de su moneda nacional, el yuan, respecto del dólar estadounidense, y desató un temor internacional de nueva “guerra entre divisas” de diferentes países. La decisión, que sacudió a los mercados internacionales, había sido reclamada repetidamente por Estados Unidos. De una u otra manera, lo que está claro es que la economía del coloso asiático se ha ido desacelerando. El PBI paró de crecer a las tasas que tenía acostumbrado a todo el mundo, visto que en el primer trimestre del año la expansión no superó, por ejemplo, el 7 por ciento.
Analizan impacto en la balanza comercial local
Ernesto Fernández Taboada, presidente la Cámara Argentino China de la Producción, la Industria y el Comercio, señaló que la devaluación de la moneda china no tendrá impacto sobre las ventas argentinas a ese país pero sí puede provocar una mayor llegada de productos importados, porque el gigante asiático ganará en competitividad.
La Argentina exporta soja, aceite, pescado, camarones, productos lácteos y leche en polvo, entre otros productos para una población que supera los 1.300 millones de habitantes. Fernández Taboada pronosticó que “frente a los problemas de comercio exterior que tiene Brasil, es muy probable que China se convierta a fin de año en el principal socio comercial de nuestro país”.
Por su parte, el ex director ejecutivo de la Fundación Exportar, Marcelo Elizondo, van a comenzar a presionar para entrar al país porque ahora son más competitivos”, y recordó que Argentina compra a China el doble de lo que exporta. Opinó que Argentina tiene mecanismos como las declaraciones juradas anticipadas para frenar una nueva llegada de productos chinos.
El economista Mauricio Claverí, de la consultora Abeceb, coincidió en que sin la vigencia de esas declaraciones juradas “es difícil parar a China”, aunque estimó que no habrá una invasión de productos del país asiático.