«Es una decisión personal. Uno respeta todo, pero Di María sabe que tiene las puertas abiertas». La respuesta de Miguel Ángel Russo sobre la posibilidad de tener a Fideo en el segundo semestre con la camiseta canalla tiene la lógica cautela de alguien que se ilusiona con el regreso, aunque prefiere no anticipar nada, mucho más después de todo lo que sucedió alrededor de los rumores sobre la posible vuelta.
Viene. No viene. Juega 6 meses y se va a Inter de Miami. Ya anotó a las nenas en un colegio. El Gobierno nacional y provincial le aseguraron protección. Las amenazas hicieron que desista. Su mujer no quiere. Y así se suceden día a día las informaciones periodísticas potenciadas en redes sociales. Y la realidad es que la decisión la tiene Di María y su familia, solo ellos.
¿Qué hizo Central? Charló informalmente por un tiempo y hace algunas semanas le envió la oferta formal por mail, esa que había acordado en algunas conversaciones previas. Y por ahora no hay respuesta. Russo por su parte dejó un mensaje cauto y Marco Ruben fue un poco más allá y le pidió que disfrute de volver. Pero nadie quiere anticipar nada.
En medio de la espera, hay señales. Di María no acordó su continuidad con Benfica, aunque el club portugués le ofreció seguir. El vínculo concluye el 30 de junio, en medio de la participación de Fideo en la Copa América. Hasta esa fecha, no habrá ninguna definición o información oficial.
Y si había dudas sobre el pensamiento de Jorgelina Cardozo en cuanto a la situación de seguridad de Rosario, la propia esposa de Di María respondió con actos. El viernes sus hijas estuvieron en un conocido shopping de la ciudad y el sábado Joegelina fue vista en la Noche de las Peatonales organizada por la Municipalidad. Sin seguridad personal, como una ciudadana más.
Y si bien la dirigencia mantiene la cautela, desde el entorno del jugador son optimistas y aseguran que va a volver a Arroyito. Y el hincha se ilusiona y tiene argumentos para hacerlo.