Nicolás Di Santo está cumpliendo un sueño que tienen muchos, pero que pocos logran: jugar en la Primera del club que es hincha. De eso, y muchos otros temas, habló con El Hincha después del entrenamiento charrúa.
Lo primero fue hacer un balance sobre está pretemporada, que ya tuvo dos amistosos: “Es muy bueno lo que venimos haciendo hasta aquí, porque fue muy dura desde lo físico, y hacer fútbol ante dos equipos tan complicados como La Emilia y Central Argentino, nos viene muy bien para llegar de la mejor manera al cotejo con Midland”, expresó el defensor.
Sobre qué le está faltando al equipo, señaló el rodaje de partidos: “Necesitamos volver a conseguir el ritmo de fútbol que veníamos teniendo al final del torneo. Con el correr de las semanas vamos a conseguirlo, para estar diez puntos en el reinicio del torneo”.
Un punto clave en esta historia, fue su debut con la casaca de Central Córdoba: “Fue en un momento muy difícil, porque veníamos con muchos empates y derrotas”, señaló el zaguero, pero la mano cambió para bien “Por suerte levantamos, solamente me tocó perder dos partidos, y encima terminamos con tres triunfos”, indicó el juvenil surgido de las inferiores charrúas.
Además, hizo hincapié en lo que influyeron esas victorias en el plantel: “La racha positiva fue muy importante para la parte anímica del grupo, que venía golpeada por lo malos resultados” señaló Di Santo.
Y esperan tanto él como el plantel, seguir por este camino: “Ojalá podamos seguir por la buena senda y pelear un lugar en los primeros puestos, que es lo que Central Córdoba se merece por su historia”, afirmó el zaguero central del Matador, que se permite soñar con este presente que vive el equipo charrúa.
“Es especial por ser hincha”
Para el juvenil, jugar en el club que es hincha es una experiencia única, y por eso lo vive así.
Sobre este tema afirmó: “Soy hincha del club y es mucho el amor que siento por esta camiseta. Es muy linda la presión que tengo, pero a la vez es una gran responsabilidad por todo lo que quiero a la institución”, agregó el juvenil que nació, creció y vive en barrio Tablada.
Pero no todo es color de rosa, para Nico porque le tocó descender con la Primera Local. De ese momento dijo: “Fue un golpe durísimo, más para mi por ser hincha, y además el capitán del equipo. Fue una de las peores cosas que me tocó vivir en mi vida, me va a costar mucho superarlo y si puedo jugar la Copa Pinasco (segunda división de la Rosarina), voy a dejar la vida para devolver al equipo a la categoría de donde nunca se tendría que haber ido, la Primera”, señaló con tono determinante el zaguero central del equipo que dirige Jorge Forgués.
Para ir cerrando, Di Santo dejó bien en claro lo que representa el Charrúa para él: “Central Córdoba es todo en mi vida. Es el amor por el club que me inculcó mi papá, que ya no está, de ir a la cancha, de querer es-tos colores y dejar todo por ellos”, sostuvo emocionado el defensor que lleva tatuado en su espalda un escudo gigante del Charrúa.
Por último, afirmó que nada va a cambiar este legado familiar que tienen los Di Santo, y que con tanto orgullo pero con responsabilidad lleva adelante: “Esto que siento por el Charrúa, nunca lo voy a sentir por nadie ni por nada, por más que pueda llegar a vestir otras camisetas, la que siempre voy a llevar en el corazón es la de Córdoba”, sentenció el defensor azul.
