El 12 o 13 de septiembre se celebra en muchos países el Día del programador. ¿Por qué la doble fecha? Porque se fijó para el día 256 de cada año, y entonces depende de si es bisiesto (coo este 2024, y en ese caso es el 12) o no, y en ese caso es el 13 por el menor “tamaño” de febrero.
La razón de fijarlo el día 256 es por la base de numeración que se utiliza en los dispositivos informáticos y el software, que es 2 en lugar de la más extendida base 10 del sistema decimal. El número 256 es 2 elevado a la octava potencia (28), y es el número de combinaciones posibles de un byte, que son 8 bits consecutivos. También llamado octeto, es la unidad de información utilizada en computación y en telecomunicaciones, que puede representar, en números decimales, desde el 0 hasta el 255.
El día fue propuesto por Valentin Balt, un empleado de la compañía de diseño web Parallel Technologies de Rusia. En 2002 intentó recoger firmas para presentar una petición formal al Gobierno ruso para que se reconociese el día oficial de los programadores. El 24 de julio de 2009, el Ministerio de Comunicaciones de Rusia redactó un borrador de ley para crear la nueva festividad, y el 11 de septiembre de 2009, el entonces presidente, Dmitri Medvédev, firmó el decreto.
En China, en cambio, el día del programador es el 24 de octubre, y la elección también responde a la base 2 utilizada en computación: la fecha puede escribirse en formato mes/día como 1024, que es igual a 2¹⁰. En este caso, es independiente de si el año es bisiesto o no.
La jornada es para reconocer el trabajo de los programadores, profesionales que manipulan diversos lenguajes de programación para crear desde aplicaciones móviles hasta complejos sistemas operativos que forman parte de la vida cotidiana.
La historia de la programación ha estado marcada por hitos y figuras clave que han revolucionado el desarrollo tecnológico. Desde pioneros como Ada Lovelace, considerada la primera programadora de la historia, hasta los creadores de lenguajes esenciales como C++ o Python.
En la actualidad, los programadores están en el centro de la innovación tecnológica. Su capacidad para escribir código es la base de productos y servicios que se utilizan a diario, desde redes sociales hasta plataformas de streaming, servicios bancarios, sistemas de salud y muchos otros sectores. Además, en un mundo cada vez más digitalizado, su trabajo es fundamental para el avance de campos como la inteligencia artificial, el big data y la ciberseguridad.
El crecimiento de la programación ha permitido que el oficio de programador sea uno de los más demandados a nivel mundial. Las empresas tecnológicas no solo buscan talento especializado, sino que también invierten en programas de formación para cubrir la creciente necesidad de profesionales en este campo. La habilidad de desarrollar software se ha convertido en una de las competencias más valiosas del mercado laboral actual.
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