El titular de la UCR, Ernesto Sanz, cargó duro contra la jefa de la Coalición Cívica, Elisa Carrió y acentuó las diferencias en el Acuerdo Cívico y Social, que luego de haber nacido como una alternativa electoral fuerte quedó reducida a una alianza parlamentaria.
El líder radical admitió que no tiene «razones para ser optimista» respecto a que el Acuerdo Cívico llegue con vida a las elecciones presidenciales de 2011 y culpó, entre otros actores, a Carrió por «no sentirse a gusto con otros protagonistas».
«Voy a tener problemas con esta respuesta. No tengo razones para ser optimista hoy porque los comportamientos no son los adecuados para la construcción. El balance del mes de enero es negativo, hubo muchas diferencias desde la construcción política», explicó.
Alejada de la nueva conducción del partido centenario y en ascendente enfrentamiento con el vicepresidente Julio Cobos, Carrió afirmó que «es una lástima que la UCR, como partido de oposición, no mantenga la suficiente distancia del vicepresidente».
Primero a través de un comunicado de prensa y luego en boca de una de sus espadas bonaerenses, la CC dejó claro su malestar con el radicalismo por la participación de Cobos en un encuentro partidario que realizó en San Nicolás.
Carrió cuestionó con dureza el posicionamiento del dirigente mendocino en la remoción de Martín Redrado al frente del Banco Central tras la opinión de la Comisión Bicameral especial, que contó con el voto decisivo de Cobos.
Ante un escenario en el que se vislumbra un acuerdo electoral entre el vicepresidente y la UCR de cara a 2011, la líder opositora se aleja de la sociedad que supo tejer con el ex presidente radical Gerardo Morales.
Como respuesta, Sanz -aliado de Cobos en la interna radical pero todavía con potenciales aspiraciones de convertirse en candidato presidencial- ejemplificó que la diputada «no se siente a gusto con otros protagonistas».
«Carrió ha entrado hoy en el misticismo de ser la salvadora del radicalismo, a partir de la diferenciación entre radicales buenos y malos. ¿Quién le dio ese rol? ¿Qué condiciones tiene para esto? ¿Quién le dijo que hay radicales buenos y malos?», se preguntó.
Y agregó: «En todo caso el radicalismo es una organización política que debe procesar sus diferencias si las tiene. Adentro.
Lo que nosotros pretendemos es confluir en un espacio de organizaciones políticas, en el cual podamos construir. Hoy, la verdad, nos falta mucho».
Sanz, incluso, aseguró que «no» cree que Carrió se presente en internas abiertas para competir por la candidatura presidencial «con Cobos o con cualquier otro radical».
«Me da la impresión de que el propósito de ella, lo que más le gustaría, sería liderar per se, por decisión colectiva. Y eso es imposible. Para que un espacio tenga construcción sana, tiene que tener reglas de juego. Y de todas las que se han inventado, no hay mejor que las democráticas», concluyó.
(Gentileza infobae)