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Dibujo y color en los hospitales para ayudar a sanar a los niños

La ONG Arte que Ayuda a Curar” propone cambiar los espacios grises de los centros de salud y transformarlos en cuentos.

Este fin de semana el tercer piso del Centro de Especialidades Médicas Ambulatorias de Rosario (Cemar), de Moreno y San Luis, cambió y mucho. Los responsables son los integrantes de la ONG Arte que Ayuda a Curar, que desde hace cinco años se dedican a transformar los grises espacios de los hospitales y volverlos más amigables para los niños. “Buscamos que el niño se aleje del estrés y se pueda recuperar. Usamos el arte como herramienta de solidaridad”, explicó Elizabeth Aguillón, promotora de la iniciativa.

Después de tener a su hija internada, Elisabeth comenzó una campaña para que los chicos tengan en las paredes lo que tendrían en un cuento. “Los médicos y las enfermeras dan todo para que los pequeños pacientes estén bien y contentos, pero no pueden sentarse a leerles un cuento. A veces hasta los propios padres no tienen tiempo o herramientas para hacerlo. Los chicos pasan horas, días y hasta meses en sus camas esperando el alta y un poco de color los ayuda a distraerse de los tratamientos y los pinchazos”, puntualizó la mujer.

Arte que Ayuda a Curar aporta su granito de arena y cada vez son más los inscriptos para cada proyecto: la primera tarea es estudiar los lugares y quiénes los ocupan. Por ejemplo, en las salas de espera para los padres usan colores pasteles que ayudan a tranquilizarse y para los más chicos, colores más fuertes con personajes para que protagonicen sus historias.

Rayuelas, gatos, peces, pájaros, flores, soles, castillos, jirafas, extraterrestres y otras tantas figuras le ganan la batalla visual al ambiente frío y hasta hostil de un hospital, con el fin de acompañar los tratamientos y la pronta recuperación de los chicos.

“La idea es cambiar la numeración de los consultorios. En vez de nombrarlos por uno, dos o tres, lo llaman el box del pajarito o del cocodrilo. Todo cambia depende del contexto social y la patología. El diseño es muy identitario. Siempre se analiza el entorno”, detalló Elisabeth.

Los integrantes de la ONG son Verónica Cordone, Sebastián Gobi, Laura Falcone, Verónica Cartier, Eugenia Rossi y la propulsora del proyecto. Cada uno de ellos tiene su lugar estratégico y ya pasaron por muchos hospitales, entre ellos Centenario, Provincial, Carrasco, Eva Perón de Granadero Baigorria y diferentes centros de salud,

“Sabemos que la medicina es diagnóstico y tratamiento, pero también que en el medio hay algo que no se ve, que es el espíritu; y una persona cuando está mejor contenida puede tener una recuperación más rápida”, aseguró la mujer.

“Una de las anécdotas que nunca olvidaré fue en una de las intervenciones. Mientras estábamos pintando, uno de los chicos que estaba internado me gritaba desde la habitación que en las paredes no se dibuja”, recordó.

“Las madres nos escriben para agradecernos. Una de ellas nos contó que el pasatiempo de su hijo, que estuvo internado durante varios meses, era sacarlo a caminar por el pasillo y crearle diferentes historias”, contó Elisabeth.

La mujer garantizó que “los estudios demostraron que la luz y el color influyen en las personas provocando reacciones en su estado físico y emocional: con esto tratamos de que los chicos estén más contenidos, que las figuras los distraigan y así se facilite también la tarea de enfermeros y médicos”.

La actividad que realiza es totalmente gratuita y autosustentable, y para solventarse venden rifas y bolsas ecológicas, imanes, prendedores y remeras con la idea que el proyecto contagie.

Y concluyó: “No sólo ayudamos a curar sino que también nos ayuda a curarnos. Ayudar es bueno para el que lo recibe y para el que lo brinda”.

El próximo proyecto será con Sonrisas Congeladas, una agrupación de Ushuaia (Tierra del Fuego) que se dedica a hacer sonreír a las personas que más lo necesitan a través de una sonrisa, una charla o un abrazo.

Arte que Ayuda a Curar también dejó su impronta en hospitales de Santa Fe, Santiago del Estero, Chaco y Mendoza. La idea es poder seguir creciendo y pintando más hospitales de todo el país.

Quienes deseen contactarlos pueden hacerlo a la dirección web artequeayudaacurar@gmail.com o por redes sociales en “Arte que ayuda a curar”.

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