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Dictan doce años de prisión por un crimen en Álvarez

El hecho ocurrió en febrero de 2011. El fallo fue dictado por el juez de Sentencia Julio César García.

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Sacar a bailar a la novia de otro le costó la vida a un joven de 20 años que en febrero de 2011 recibió un escopetazo cuando se encontraba en la puerta de un boliche de la localidad de Álvarez. El ejecutor del disparo fue fácilmente identificado por varios testigos que había en el lugar, entre ellos un policía, aunque el sospechoso, de 29 años, negó su participación en el hecho y adujo que esa noche se produjo una pelea entre bandas en la que no participó. Sus dichos fueron desestimados por las numerosas pruebas reunidas en la causa que lo sindicaron como el autor del disparo. Ante ello, el juez de Sentencia de la 6ª Nominación, a cargo del caso, dictó una sentencia en contra del acusado y le aplicó en forma unificada –tenía una condena anterior– una pena a 12 años de prisión.

El 26 de febrero de 2011 se generó un disturbio en el interior del boliche Catalina de la vecina localidad de Álvarez. Esa noche, y según la versión de un testigo, Ivar Emmanuel Pierucci, de 20 años, sacó a bailar a la novia de otro muchacho, lo que generó una pelea. Ello derivó en que los custodios del lugar sacaran a los jóvenes del interior del local bailable, pero la discusión continuó afuera. Ambos se tomaron a golpes de puño en la intersección de avenida Belgrano y Saavedra, hasta que los amigos del contrincante de la víctima se metieron en la pelea y todos atacaron a Pierucci, hasta que se escuchó un disparo que impactó en la parte trasera de la rodilla de Ivar, refiere el fallo.

De acuerdo con la causa, el lugar estaba colmado de gente y varios testigos, entre ellos un policía, señalaron al tirador, que fue detenido. Incluso uno de ellos refirió que el agresor apuntó a la víctima con una escopeta tumbera a la cabeza, y otra persona que estaba a su lado le bajó el arma. Así, el disparo impactó en la pierna de Pierucci. El joven herido fue derivado al Samco del pueblo y desde allí al Heca, donde fue operado y se le colocó un by pass. El 9 de marzo obtuvo el alta y a la madrugada siguiente falleció a consecuencia de una hemorragia severa.

El sospechoso del crimen fue identificado como Sergio Daniel Orué, quien se desvinculó del crimen y refirió que esa noche se produjo una pelea de bandas de la que no participó. Sin embargo, los dichos de testigos presenciales indicaron lo contrario. Además, el imputado fue reconocido en rueda de personas por al menos 3 declarantes y el perito médico concluyó que existió causalidad entre las lesiones sufridas por la víctima y la complicación de salud presentada por Pierucci, y descartó que la muerte esté vinculada a una responsabilidad médica.

Por su parte, el juez de Sentencia Julio César García entendió que existió una relación específica entre el obrar de Orué y la muerte de Pierucci, y que la agresión se produjo con un arma de gran poder. A ello sumó que el acusado apuntó primero a una zona vital de la víctima como la cabeza y resaltó que el disparo impactó en la pierna porque otra persona le bajó la mano, “lo que demuestra una conducta orientada directamente a matar”, refirió el magistrado.

Con estos fundamentos, García condenó a Sergio Daniel Orué a la pena de 12 años de prisión y lo declaró reincidente, ya que el acusado contaba con una condena anterior a cuatro años de prisión por los delitos de portación de arma de guerra y encubrimiento.

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