Un joven que estaba acusado de participar en el homicidio de César Luis Ayala, de 26 años, recibió una falta de mérito y recuperó la libertad. El crimen que le achacaban tuvo lugar en junio pasado cuando la víctima recibió un balazo luego de resistirse a un asalto en barrio Ludueña, cuando iba a comprar un auto. La prueba más fuerte contra el acusado fue el señalamiento de una adolescente que brindó los datos de los presuntos autores, aunque luego se desdijo en sede judicial. El titular del Juzgado de Instrucción de la 9ª Nominación entendió que la severa contradicción de la testigo generó un descrédito en sus dichos, a lo que sumó la confirmación de la coartada del acusado por varios testigos, por lo que dictó la falta de mérito del acusado. A su vez, el magistrado ordenó la remisión de copias al Juzgado de Menores a los fines de investigar a la adolescente por la posible comisión de los delitos de falso testimonio y encubrimiento.
La noche del 22 de junio pasado, César Luis Ayala salió de su casa con 30 mil pesos para comprar un auto. Su amigo Alejandro lo llevó en su Renault 9 a concretar el negocio, pero al llegar al cruce de Bielsa y Pedro Lino Funes dos personas en moto se cruzaron en su camino y efectuaron una detonación de arma de fuego con el fin de hacer detener la marcha del vehículo. En ese momento, los asaltantes hicieron descender a los muchachos del auto. Ayala se resistió al robo y se produjo un forcejeo. Los ladrones redujeron al conductor y Ayala intentó escapar a la carrera por calle Roullión, pero fue perseguido y recibió al menos un disparo que le ingresó por la nuca y le salió por la frente. La víctima estuvo dos días internada y falleció a causa de la lesión.
Según la investigación, de los 30 mil pesos se recuperaron 10 mil, y una adolescente relató ante dos personas mayores de edad que había sido testigo presencial del crimen. La muchacha señaló que un menor apodado Gordo Mauro y un tal Gabriel habían sido los autores del crimen, y dio sus domicilios. Con este dato, los pesquisas detuvieron a los sospechosos: el menor tenía 15 años y el sindicado Gabriel fue identificado como Ramón Walter Gabriel I., de 18 años. Éste último quedó a disposición del Juzgado de Instrucción de la 9ª Nominación, que investiga el hecho.
El acusado fue imputado del delito de “tentativa de robo agravado por el uso de arma de fuego y homicidio doblemente agravado por alevosía y por conexidad, agravados por la participación de un menor de edad en calidad de coautor”. En su descargo, negó el hecho y afirmó que esa noche había estado en la casa del gordo Mauro, con quien fue a comprar unas empanadas y luego de cenar jugaron a los videojuegos con amigos. La coartada fue corroborada por varios testigos y por la pericia realizada al celular del sospechoso, el cual no registró movimientos –ni antes ni después del hecho– durante varias horas.
El juez Javier Beltramone –titular del Juzgado– citó a la adolescente que había causado al detenido a ratificar su declaración, pero la chica negó sus dichos y sostuvo que nunca había identificado a nadie porque sencillamente no vio la secuencia fatal, sostiene el fallo. Sin embargo, las dos personas que presenciaron su declaración refirieron que la chica dijo haber visto el crimen y señaló a los autores.
Al analizar la situación procesal del acusado, Beltramone sostuvo que el único elemento de cargo que pone al imputado en el centro de la escena es la declaración de la adolescente, cuya exposición fue desconocida en sede judicial, sostiene el fallo. A su vez el juez valoró la prueba de descargo entre las que se encuentran los testimonios aportados por la defensa y la pericia sobre el celular que apuntalan la coartada del acusado, por lo que resolvió dictar una falta de mérito para Ramón Walter Gabriel I.. Además, el magistrado ordenó la extracción de copias para que la Justicia de Menores investigue la posible comisión del delito de falso testimonio y encubrimiento por parte de la adolescente.
