Por diez días el Ministerio de Trabajo de la Nación determinó la conciliación obligatoria en el conflicto que mantiene la empresa concesionaria del puerto de Rosario, TPR, con los 600 trabajadores que habían sido despedidos. Por eso, este martes todos los empleados regresaron a sus puestos y la operativa del muelle volvió a ser normal en Terminal Puerto Rosario. Mientras tanto siguen las negociaciones con la empresa.
“Ayer tuvimos una audiencia en el Ministerio de Trabajo de la Nación y allí se dictó la conciliación obligatoria”, contó César Aybar, secretario General del Supa Rosario, en diálogo con El Ciudadano. Y agregó: “Seguimos negociando con la empresa y mañana (por el miércoles) habrá una nueva reunión”.
En este marco, este martes la actividad del muelle volvió a ser normal tras una semana de paros y quite de colaboraciones.
El conflicto se inició porque, ante la escalada de la inflación, el sindicato intentó activar la cláusula de revisión para llevar la recomposición salarial a los tres dígitos y un bono de fin de año. Allí la empresa empezó con los despidos masivos, como ya ha sucedido antes frente a reclamos de bolsillo.
“Nosotros, de pedir una cláusula de revisión de paritaria, terminamos con que la empresa quería cambiar el convenio colectivo de trabajo”, concluyó.
La concesionaria
TPR es una empresa cuyo control accionario está dividido entre una firma chilena de primer nivel llamada Ultramar y el grupo local Vicentin, que protagonizó el más grande y escandaloso default del mercado de granos, dejando sin pagar 1.500 millones de dólares, y que tiene a su directorio imputado por estafa y administración fraudulenta.
TPR, que según el Ente Administrador del Puerto Rosario (Enapro) y el Supa ha incumplido de manera sistemática con sus obligaciones de inversión en la terminal, plantea desde hace tiempo reducir de 1.000 a 800 los estibadores en relación de dependencia.