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Diego Lo Grippo, final de la carrera de un enorme jugador y fantástica persona

El interno rosarino, de trayectoria intachable y exitosa, anunció en twitter su adiós a la actividad. Se dedicará a la dirección deportiva

No es muy afecto a las redes sociales. Apenas se unió a twitter hace unos años a instancias de sus compañeros de Atenas, pero eligió publicar allí su carta de despedida del básquet, una emotiva misiva de agradecimiento que inmediatamente recorrió el mundo y comenzó a cosechar una masiva muestra de afecto de ilustres e ignotos, de famosos y desconocidos, pero todos unidos por haber conocido a una de las personas más maravillosas que el deporte pueda mostrar.

Diego Lo Grippo, rosarino, leproso, del Charrúa, papá de Lucía, esposo de Valeria, hijo de Adriana y Jorge, hermano de Patricia, decidió hacer oficial el punto final de una carrera impecable que tuvo extremos en los primeros pasos en Central Córdoba y el cierre con título de la Liga de las Américas en San Lorenzo, pasando por Newell’s, Ferro, Estudiantes de Olavarría, Atenas, Cantabria, Burgos, Quimsa y Libertad.

Como siempre sucede con aquellos que se destacaron en el deporte, su camino se puede explicar con estadísticas, con títulos, con fotos e incluso con videos, pero sólo alcanzarán para visualizar una parte de la historia, que fue rica, insoslayable, repleta de momentos exitosos, pero lo remarcable de la carrera de Diego Lo Grippo y también de su vida fue la capacidad de levantarse y reinventarse, afirmarse en sus afectos para superar un grave accidente, una lesión durísima y golpes personales que muchos no hubieran podido soportar. Su entereza, su fuerza de voluntad y contracción al trabajo lo pusieron una y otra vez en el camino. Siempre con una mirada de agradecimiento, lejos de indignarse con la vida, de buscar culpas por aquí y por allá. Amigo de sus amigos, fiel a sus pasiones, no es casualidad que haya permanecido varios años en cada club que representó y no jugó más en la selección porque estaba complicado pelear con Scola, Oberto y Nocioni, pero se las arregló para formar parte de aquella banda de héroes de Las Vegas en 2007 y su apellido se escribirá junto a los de la Generación Dorada.

Ahora su pasión estará dedicada al deporte pero desde otra mirada y otra labor, que seguramente también será exitosa. Todo lo bueno que le suceda a Diego Lo Grippo lo tiene merecido.

Su carta de despedida

“Con estas palabras quiero anunciar mi retiro como jugador profesional de básquet. El último tiempo que me tomé de inactividad sirvió para procesar y convencerme de que es el momento oportuno de cerrar con alegría esta importante etapa de mi vida. Tengo la convicción de seguir ligado a mi pasión por este deporte desde otro lugar.

Quiero agradecer profundamente a todos los que hicieron realidad este sueño de 23 años de carrera como jugador. Gracias compañeros, entrenadores, dirigentes, prensa y simpatizantes. Gracias a los médicos, utileros y empleados en su conjunto, los cuales han hecho un trabajo invisible igual de importante como fue el mío. Me enseñaron a formarme como persona y profesional.

Agradezco a los clubes en los que jugué, me siento afortunado por haber sido parte de ellos. Mi mayor orgullo fue representar a mi país con la selección en diferentes ocasiones.

Por último hago la mención de agradecimiento más valiosa para mi familia y amigos. A mi incondicional mujer Valeria, a mi hija Lucía, a mis padres Adriana y Jorge y a mi hermana Patricia. Sin ellos nada de esto hubiera sido posible.

Con el corazón, gracias a todos. Un fuerte abrazo. El Logri”.

https://twitter.com/SoyElChapu/status/1130842921719218177

La palabra de Diego

“Me voy contento, más no puedo pedir. He alcanzado más de lo que podía imaginar. Conocí la vida a través del básquet. Desde mis 23 años hasta los 41 fue un sin parar. Fue todo un poco raro, porque me tomo el retiro con alegría, porque creo que he logrado muchas más cosas de las que podía imaginar, jugar en la selección, haber sido campeón, jugar la Liga Nacional, entre otras cosas”.

“La incertidumbre después del retiro es algo que sufren todos los jugadores. Hay que trabajarlo porque es un golpe duro si no uno lo toma de la mejor manera. Por eso hay que tomar las herramientas necesarias para asimilar el cambio, hay que estar convencido para asimilar ese cambio y desde mi experiencia es la mejor manera. Cuando un deportista tiene tantos años en actividad y se encuentra con que no puede seguir, hay que tomar coraje. Me costó tomar la decisión al principio. El año pasado tomé la decisión de seguir capacitándome en lo que me gusta, pero después con el correr del tiempo lo fui asimilando. Era una decisión lógica por más que esté bien físicamente, creo que los tiempos son adecuados para cada situación. Me ayudó mucho mi paso por San Lorenzo fue un premio para el final de mi carrera, terminar en uno de los mejores equipos del país y eso me hizo convencer que era el momento adecuado. En julio si dios quiere me voy a recibir como director deportivo y quiero ver si puedo seguir vinculado a algún club”.

“Siempre fui una persona de perfil bajo, me gusta la parte personal, lo comunicativo, creo mucho en eso. Soy retraído con la exposición, por eso lo puse en las redes sociales. Lo de un partido despedida, no sé, no me gustaría estar en boca de todos”.

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