Los guionistas Guillermo Salmerón y Silvina Olschansky, quienes lideran el equipo que escribió la serie biográfica “Maradona: Sueño bendito” que llegará este 2020 a la plataforma de Amazon, afirmaron “fascinación” es lo que causa el ex astro futbolístico. “Porque nos representa en las bondades y las miserias”.
La dupla, que tiene en su haber ciclos como “Televisión por la inclusión” y la primera temporada de la premiada “El marginal”, tuvo la misión de diseñar y escribir los diez episodios que componen la primera entrega sobre la vida de “El Diego”, la gran apuesta del gigante tecnológico por conquistar el mercado latino de las series.
Contradictorio, machista, controversial, ocurrente, genial, épico, son algunas de las caras de uno de los héroes populares más importantes del planeta que tanto Salmerón como Olschansky procuraron representar en la serie.
Los actores argentinos Nicolás Golschmidt, Nazareno Casero y Juan Palomino encarnarán a Maradona en distintos momentos de su vida, que será abarcada en la producción desde la juventud en Villa Fiorito, pasando por la gloria en México 86 y el Napoli de Italia hasta el final de su carrera como jugador.
En una conversación durante uno de los herméticos rodajes que el año pasado se llevaron a cabo en La Bombonera, en el barrio de La Boca, Salmerón confesó que el proceso de escritura deparó “muchas sorpresas”.
“Estábamos acostumbrados a declaraciones y acusaciones que en el momento sonaban medio estrambóticas, Diego decía cada cosa… Pero cuando nos metimos a desenredar los despelotes de la época nos fuimos dando cuenta de que las declaraciones públicas algo siempre tenían de cierto”, relató.
—¿Cómo se escribe una serie sobre Maradona siendo argentinos? ¿Es posible despojarse de preconceptos?
—Guillermo Salmerón: Un termómetro que tuvimos cuando armamos el primer equipo de guión es que estaba compensado entre guionistas que detestaban a Maradona y guionistas muy maradonianos. Incluso teníamos a un compañero que había sido socio de la Iglesia Maradoniana. A medida que fuimos avanzando notamos que los que lo odiaban contundentemente empezaron a quererlo y los que eran muy fanáticos empezaron a serlo menos. Entonces nos dimos cuenta de que estábamos en un camino interesante y equilibrado.
—¿Cómo se balancea al ídolo deportivo con el Maradona persona? ¿Qué espacio tendrá cada uno en la serie?
—Salmerón: Desde el inicio fue importante tener en cuenta lo que fue la trayectoria deportiva pero también poner mucho énfasis en su crecimiento en un barrio popular, sus romances, sus matrimonios, su familia. Si no estuviera Silvina (Olschansky) quizás hubiéramos cometido el error de dedicarnos demasiado a la gesta deportiva, porque nos tiraba y ella nos bajaba un poquito el copete cuando nos íbamos por la parte heroica. Creo que su mirada amplió mucho el público al que va dirigido.
—Maradona despierta amores y odios, a nadie le resulta indiferente. Lo que es seguro es que a todos les produce cierta fascinación.
—Salmerón: Es porque es un producto típicamente argentino, nos representa con las bondades y las miserias. Tiene lo arrogante del argentino y a la vez lo sufrido. El tango y el rock. Es fascinante también por la cantidad de historias extrafutbolísticas que ha ido generando a lo largo de su vida. Era una cosa de locos; nos encontrábamos con anécdotas disparatadas de él que también hablan un poco de esa cosa machirula de la época, de las salidas de hombres, de personajes como (Víctor) Galíndez, (Carlos) Bilardo… Escribir cosas para esos personajes es un deleite.
—Si las hubieran querido inventar no les salía…
—Salmerón: Nos sigue sorprendiendo, aún ahora que estamos más avanzados y conocemos tanto más de él.
—Silvina Olschansky: Maradona es una de las primeras personas a nivel mundial que tuvo que salir a reconocer que tenía una enfermedad, una adicción. Eso me parece que también generó que se lo acusara, era difícil comprender que era una persona que tenía una adicción casi incontrolable. En una época en la que se negaban todos esos problemas y no se salía a hablar abiertamente de ello, eso explica quizás algo de los odios que generó y de sus decisiones controversiales en muchos aspectos, como el tema de los hijos. Era un hombre que tenía que salir a dar la cara cuando todos los demás se escondían.
—Como futbolista lo conocimos todos. ¿Qué enfoque se dará de él como persona?
—Salmerón: Cuando nos ofrecieron hacer esto, al estar ya autorizado por Diego la condición que pusimos era que trabajáramos con libertad, que íbamos a tratar de mostrar todas las caras del personaje. Tratamos de entregar al personaje sin prejuicios.
Olschansky: Si la serie sale como nosotros queremos, como los libros que escribimos, va a generar este debate en el que cada uno va a pensar “¿Diego es esto o esto otro?”, porque las contradicciones que él tiene en su vida van a estar. Tratamos de entenderlo en su contexto, no hay que verlo a la luz de la actualidad.
—¿Hubo temas prohibidos? ¿Algo que no podían tratar?
—Olschansky: No. Hubo libertad total. Sí hubo cosas que decidimos descartar y claro que como hay tanto siempre hay una elección arbitraria del material. Buscamos los hitos que realmente lo cambiaron a él, al personaje, no necesariamente lo que a todo el mundo le encantó.