La mañana del domingo 23 de mayo la cabina del teleférico que hace cima en el monte Mottarone, en la región italiana de Piamonte, ya había llegado a su destino. A sólo unos metros de distancia, el encargado estaba listo para abrir las puertas y recibir a los pasajeros, pero en ese momento el cable de tracción se rompió y el habitáculo retrocedió hacia el valle, a una gran velocidad. No tenía frenos, porque fueron bloqueados por la horquilla, y finalmente se desplomó causando la muerte de 14 personas. Este jueves, medios italianos difundieron el video del momento exacto del siniestro.
Era un viaje programado. El cable de tracción del teleférico se rompió a 300 metros de la cima de la montaña Mottarone, cerca del lago Mayor, en el norte de Italia. La caída a gran altura de la cabina causó la muerte de 14 personas. Un niño de 5 años resultó gravemente herido.
El teleférico conecta la ciudad de Stresa con la cima de Mottarone en un viaje de 20 minutos. El Cuerpo Nacional de Rescate Espeleológico Alpino, que lideró la operación de salvataje, indicó que se trataba del peor siniestro de su tipo en Italia desde el similar ocurrido en Cavalese en 1998.
Según las primeras reconstrucciones del accidente, el cable que sustentaba el funicular se rompió en la zona más alta del recorrido, que supera los 1.400 metros de altura sobre el nivel del mar. El teleférico, que conecta el lago Mayor con el monte Mottarone en un recorrido de 20 minutos, había vuelto a funcionar un mes antes de la tragedia, tras un parate derivado de las medidas para contener la pandemia de coronavirus.
El teleférico Stresa-Mottarone consiste en una línea en la que las cabinas se suspenden de cables fijos y son arrastradas por otro de tracción independiente, al que están conectadas permanentemente. Se desplazan hacia atrás y hacia adelante en lugar de correr sobre un bucle continuo, como otros.
En el caso de la línea Stresa-Mottarone, hay dos tramos separados, cada uno con dos cabinas. Los pasajeros cambian de cabina en el punto medio entre los dos tramos.
El accidente ocurrió cuando una cabina ascendía por la sección superior de la línea desde la estación intermedia de Alpino hacia la cima de Mottarone. El habitáculo retrocedió cable abajo hasta chocar contra un pilón y caer unos 54 metros antes de rodar por las empinadas laderas de la montaña, deteniéndose tras impactar con los árboles.
Trece personas murieron en el lugar del accidente. Dos niños resultaron gravemente heridos y fueron trasladados en avión a un hospital pediátrico en Turín. Uno de ellos falleció poco después por un paro cardiorrespiratorio.
Entre las víctimas fatales se cuentan ocho italianos, un ciudadano iraní y miembros de tres generaciones de una familia de cinco ciudadanos israelíes.
El 26 de mayo de 2021 fueron detenidos tres empleados de la empresa de teleféricos. Según la Policía, habían desactivado intencionalmente el freno automático de emergencia ya que un mal funcionamiento había provocado la detención de las cabinas en repetidas ocasiones.
Con base en fotos del lugar del desastre, los peritos pudieron determinar que al menos uno de los frenos de la cabina se había desactivado con clavijas de metal que generalmente se emplean durante tareas específicas de mantenimiento.