Hace unos años, una de las temporadas del ciclo municipal Un verano fresquito que en la era prepandemia se realizaba cada verano en el Teatro Municipal La Comedia, juntó en escena a dos de los artistas más destacados y talentosos del teatro local: Andrea Fiorino y Salvador Trapani.
Juntos, la actriz, humorista y conductora de tevé y el actor, humorista y luthier, con la coordinación de Elena Guillén, gráfica y edición de video y sonido de Fabio Sbérgamo y producción de Guillermo Salvador, desembarcaron en La Comedia, en enero de 2014, con Dios los cría, un espectáculo en el que aquellos momentos de otros trabajos sumados a nuevos momentos descubiertos en el proceso conjunto de ensayos y montaje se fusionaron en la búsqueda de un recorrido unívoco: el de un humor que fluye y escapa del efecto banal, porque sus protagonistas entienden que el humor es, ante todo, un tránsito marcado por cierta desprolijidad que los humaniza y que, al mismo tiempo, los engrandece.
Si algo bueno se le puede encontrar a este tiempo de pandemia (requiere de un esfuerzo importante) es que, como pasó, pasa y pasará con otros trabajos locales y de todas partes del planeta, el streaming los redescubre, sobre todo a partir de plataformas creadas al calor de la pandemia como pasa con la local Streamcket, que este sábado a las 22 dejará disponible on demand una reedición del registro de Dios los cría revisada y potenciada.
“Esta es mi primera vez en el streaming; Salvador ya generó en vivo sus propios contenidos audiovisuales y le fue muy bien. Lo que van a ver es un registro que se rodó en su momento, que ahora editó Gabriel Palermo, y que va a estar disponible con una entrada. Es una prueba, ver cómo funciona esto, porque seguramente la pandemia pasará y el teatro volverá a ser presencial, pero estamos seguros que algo de esto va a continuar. Es un formato que llegó para quedarse como tantos otros de comunicación que se empezaron a usar en estos tiempos”, expresó Andrea Fiorino, quien encuentra un diálogo entre el streaming y sus experiencias televisivas con algunos falsos vivos, “más allá de que la gente enciende su televisor y ve esos programas en un horario determinado y sin pagar una entrada”, diferenció.
“Por mi experiencia previa con el streaming a comienzos de la pandemia –continuó Trapani–, tuve que hacer un esfuerzo importante, porque fue como tener que tragar agua estando en el medio del mar. Es un formato nuevo que se parece a la televisión y que nunca fue amable para mí; sí para Andrea, ella ha trabajado mucho más, ha apostado, con hermosos resultados y desde hace años. Pero tampoco es televisión y mucho menos cine. Es otra cosa, tampoco es teatro, porque el teatro es presencial y esa es una condición. Pero no tengo una mirada trágica: hay que usar este momento, hay que estar en las redes, hay que entender que hay que estar allí, porque si no las usamos, si no usamos el streaming, nos quedamos afuera”.
Todo desde la plataforma
Respecto de la llegada al medio local de la plataforma Streamcket, donde, en un mismo lugar se compran las entradas y se ven los espectáculos, Fiorino destacó: “Es algo que pasó ahora y es muy importante para todo nuestro colectivo, porque apareció en medio de todo esto el 10 de octubre. Es muy genial como está organizada; les artistas nos vamos enterando a través de un link de cómo va la venta, y es de destacar la claridad y trasparencia que tiene la propuesta, produciendo y programando cosas de música y teatro. Todo eso ayuda para que las y los artistas empecemos a confiar en estos nuevos lenguajes y apoyemos a estas nuevas plataformas”.
Por su parte, Trapani aportó: “Es muy bienvenida esta propuesta en la que podemos promocionar, subir y acceder a material. Me parece que hoy es un espacio necesario que festejo y que aporta mucho, porque es una pata fundamental en relación con las formas de producción del presente y de cómo llegar al público”.
Nueva “normalidad”
“Esta coyuntura golpeó a casi todos los sectores; pero los actores, los teatros, las salas y todos los rubros técnicos que suman y acompañan nos quedamos sin trabajo, sin la posibilidad de asistir a nuestros lugares de trabajo y ese ritual no pudo ser posible en todo este tiempo, más allá de que ahora pareciera que está volviendo lentamente”, expresó Trapani sobre el presente. Y confió: “Yo hago un ejercicio y entiendo que esto va a pasar, porque cuando revisamos hechos históricos de catástrofes o accidentes donde están implicadas una multitud de personas siempre está luego la posibilidad de reconstrucción. Claro que el costo es altísimo porque han muerto miles y miles de personas, hay mucho dolor, mucha tristeza, hay una sensación generalizada de desazón, pero aun así siento que si tuvimos la posibilidad de sobrevivir y tenemos la energía para subirnos a un escenario, vamos a poder revertir esto. Seguramente no va a ser exactamente igual que antes; en un punto siempre fue así, nunca las cosas son iguales: nosotros cambiamos, cambia el público; pero pronto volveremos a las salas con ciertos requisitos, quizás menos gente, más allá de que para nuestro colectivo siempre fue una lucha llevar público. Este es un momento de poner toda la actitud positiva, hacer un gran ejercicio mental y anímico para poder decir: «Vamos a escena aunque haya 5 o 60 personas en la platea; esto va a pasar y ya vendrán tiempos mejores»».
Ante todo, el humor
Como si buscaran traer la risa de un pasado en el que “la peste” no era más que una pesadilla camusiana, Fiorino y Trapani hicieron hace muchos años una elección por el humor, más allá de sus capacidades para poder desarrollar otro tipo de personajes, y desde allí se instalaron en un lugar merecido y ganado con años de trabajo en el imaginario colectivo local.
“Los actores y las actrices que generalmente trabajamos haciendo humor siempre sentimos, o al menos a mí me pasa, que estamos brindando un servicio a partir de la risa que siempre es una invitación a la reflexión; con la diversión, que no es lo mismo que el entretenimiento que para mí son cosas distintas. Siempre, en cada crisis, en cada momento difícil, las y los artistas que hacemos humor estamos brindando un aire, algo que en este momento se revaloriza, se necesita. Y no sé si es obligación o responsabilidad, pero estamos seguros que ahora es lo mejor que podemos hacer. No es momento para el drama, más allá de que todos lo podamos consumirlo de alguna forma. Como actriz, tenía la necesidad de volver a brindar diversión y que la gente, al menos por una hora, pueda tomar un poco de aire para seguir adelante y salir de este momento”.
A su tiempo, Trapani evaluó: “Como actor, me he dedicado al humor desde un comienzo; fue algo que se fue dando, me fui encontrando con un territorio muy generoso, muy amable; creo que tengo capacidad para eso y es algo que fui puliendo, perfeccionando y disfruto mucho de hacerlo. Es, también, ejercitar la inteligencia, estar en forma para entender los cambios que son constantes, es adquirir una agilidad. Pero sobre todo y más allá del humor, la vida es cambio peramente, y siento que lo solemne, lo rígido, la no reacción humana ante lo nuevo, genera un hecho cómico, por eso tenemos mucho material siempre. Y eso habilita a que nos podamos reír de todo, pero primero de nosotros mismos. En esta coyuntura lo vimos en las redes: es maravilloso, fructífero, hay infinidad de propuestas nuevas, gente joven y otra más grande que hizo el crack y se puso a hacer videítos; eso es el arte, es no saber qué hacer en la hoja en blanco, ése el desafío. Por eso sostengo que nosotros mismos, Andrea y yo, somos un gran material para reírnos, porque somos brillantes, maravillosos y patéticos, todo en el mismo envase. Y creo que no debemos olvidar que somos inmigrantes y que tenemos eso del neorrealismo italiano y esa gran potencia que tiene lo trágico”.
Un imperdible
En Dios los cría, Andrea Fiorino (Pequeñas terapias ilustradas, Para la cartera de la dama y el bolsillo del caballero, Homenaje a Niní Marshall) y Salvador Trapani (Breve desconcierto, La Royalle, Re-ciclo) juntan sus talentos y estirpes de capocómicos con un sentido unívoco. Así, del mismo modo que apelan al tradicional y conocido humor excéntrico de Trapani y sus particulares instrumentos musicales, juegan con los personajes entrañables de Fiorino, esos que, como pocas, la actriz puede llevar a escena apelando a su conocido talento y probado histrionismo. De este modo, la obra se estructura a partir de canciones y monólogos, intercalados por particulares e ingeniosos diálogos que ambos desandan juntos en escena.
Para agendar
Dios los cría, el espectáculo de humor de la dupla Fiorino-Trapani, se verá este sábado, desde las 22 on demand, a través de la plataforma https://streamcket.com/home donde también se venden las entradas a un precio único de 300 pesos. El material estará disponible, con esa misma entrada y sin límite de reproducciones, hasta el lunes a las 22.