El sábado, Dios Salve a la Reina rompió sus propios récords al convocar en el Monumento a la Bandera a cerca de 15 mil personas que llegaron de todas partes de la ciudad para disfrutar de un show de nivel internacional que tuvo todos los condimentos simbólicos que acostumbra a ofrecer la banda rosarina tributo a Queen más importante del mundo. Y lo hizo, con entrada libre y gratuita, en el marco del 50 aniversario del Supermercado La Reina.
Después de haber sido vista por miles de personas en el teatro El Círculo, la banda formada por Pablo Padín (voz y piano), Francisco Calgaro (guitarra y teclados), Matías Albornoz (batería) y Ezequiel Tibaldo (bajo), pisó por primera vez el Monumento con un concierto que recreó toda la magia del grupo británico desde lo visual hasta los arreglos de cada canción.
Desde las últimas horas de la tarde, miles de personas se fueron dando cita en las inmediaciones del Monumento colmando la nave central y las calles aledañas. Pero fue recién minutos después de las 20 cuando la formación dio por comenzada la velada en un escenario montado a espaldas del mástil central. Desde allí recorrió, durante casi dos horas, un repertorio de clásicos que incluyó los infaltables “Love of My Life”, “Bohemian Rhapsody” y “We Are The Champions”, entre muchos otros.
Sin descuidar su personaje, desde los primeros minutos Padín invitó al público a ser parte de esa fiesta y, siempre en inglés, arengó para que la gente participara con aplausos y coros. Con vestuarios clonados de los originales, la puesta escenográfica recreó el espectáculo “Wembley 86” –último de Freddy Mercury con Queen–, y lo hizo manteniendo al extremo el artificio, lo que sorprendió a un público muy heterogéneo. A 24 años de la desaparición física de Mercury, el legado de Queen continúa vigente.