El embajador argentino en Portugal, Jorge Argüello, destacó la decisión de Organización de las Naciones Unidas (ONU) de alentar el debate para la creación de un marco jurídico internacional para la reestructuración de deudas y que gracias a existe «un nuevo instrumento para enfrentar a los fondos buitre».
«Los intereses externos siempre buscaron imponer la agenda de los países latinoamericanos. En otras épocas encomendaban la tarea a sus barcos bombarderos y hoy la delegan en las calificadoras de riesgo, las burocracias de los organismos financieros internacionales o en algún juez de Nueva York», dijo el diplomático, en el marco de una conferencia inaugural del Master en Estudios Latinoamericanos, a la que fue invitado por la Universidad de Salamanca.
Argüello advirtió que «el proceso de financiarización desarrollado a nivel global puso en jaque al propio sistema capitalista, además de atentar contra los principios democráticos. Su impacto negativo en el sistema productivo –como lo vemos hoy en Europa- derivó en tasas de desempleo política y moralmente inaceptables, que tarde o temprano dificultan la gobernabilidad».
El embajador y dirigente del PJ destacó la relevancia de la decisión de las Naciones Unidas de alentar el debate para la creación de un marco jurídico internacional para la reestructuración de deudas.
«La ausencia de un marco regulatorio que permitiese la reestructuración de la deuda soberana de un Estado obligó a los países de la región a posicionarse frente a la comunidad internacional. Se necesitaba un nuevo instrumento para hacer frente al poder de fondos buitre, que buscan entorpecer la recuperación económica de un país», señaló Argüello, según la agencia Télam.
Además, el diplomático recordó las palabras del ex presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva, al afirmar que «no es bueno para la economía internacional que un juez norteamericano decida el futuro del mundo».