La llamada «ley de estabilidad», o sea el plan de ajuste negociado entre el gobierno italiano y la Unión Europea para responder a la crisis, fue aprobada por la comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados. La norma pasa ahora al examen del plenario de Diputados, que comenzará su examen y debería aprobarla esta misma tarde.
Una vez adoptado de forma definitiva el plan de ajuste -que ayer fue votado por el Senado- el premier Silvio Berlusconi irá al Palacio del Quirinal para entregar su mandato al presidente de la República, Giorgio Napolitano.
El jefe del Estado comenzará entonces las consultas con los partidos presentes en el Parlamento para la creación de un nuevo ejecutivo, patrocinando la solución de un «gobierno técnico» presidido por el economista Mario Monti, que él mismo nombró senador vitalicio hace pocos días.
Napolitano señaló que es necesario que «todas las fuerzas políticas sepan actuar con sentido de responsabilidad, formulando propuestas que sepan reconciliar el rigor impuesto por la necesidad de reducir la deuda pública y la promoción del crecimiento, distribuyendo equitativamente los sacrificios».
En un mensaje enviado al congreso nacional de La Destra (extrema derecha), el presidente italiano apuntó que «el actual y grave momento de crisis financiera y económica, interna e internacional, representa un serio desafío para la cohesión social de nuestro país». «Es necesario evitar fáciles vías de salida, a través de ilusorios y míopes localismos», agregó el jefe del Estado.