Search

Diputados: debate en comisión de libertad de expresión con mayoría de críticas al gobierno de Macri

Participaron legisladores, periodistas y dirigentes gremiales. Edgardo Carmona, secretario general del Sindicato de Prensa de Rosario, remarcó que "cuando sólo hablan los poderosos, la democracia es una ficción cada cuatro años que carece de identidad y la posibilidad de debates profundos”

La Comisión de Libertad de Expresión de la Cámara baja se reunió este jueves, vía videoconferencia,  con la presencia de legisladores, dirigentes sindicales y trabajadores de distintos medios para debatir sobre la situación del periodismo.

Al inicio, el presidente de la comisión, Waldo Wolff (PRO) se refirió a la ausencia de la ministra de Seguridad, Sabina Frederic, y la titular del Inadi, Victoria Donda, a quienes dijo que personalmente había enviado invitaciones.

Entre los representantes de la prensa opositora sólo estuvo presente Baby Etchecopar. En tanto, las periodistas Cristina Pérez y Viviana Canosa, que también habían sido invitadas, faltaron sin aviso.

La periodista Angela Lerena arrancó la reunión leyendo fragmentos de una solicitada suscripta por más de dos mil periodistas, en las que se indicaba que “no toda crítica puede ser considerada un ataque a la profesión”. La periodista apuntó además que “muchas veces la libertad de expresión parece que fuera privilegio de una elite, los más favorecidos, los que tienen espacios de más visibilidad”.

“Deberíamos mirar un poco más allá de lo que les sucede a los más visibles”, reprochó, y a continuación contó “cosas que le pasan a los trabajadores comunes y corrientes”. En ese marco, recordó cuando “una patota ingresó a Tiempo Argentino, hace 4 años”, y lo caracterizó como “el ataque más importante contra un medio de comunicación registrado durante la democracia”. En esa oportunidad, dijo, “no sentimos una solidaridad masiva por parte de toda esa elite, que incluye a cámaras empresarias, y hasta el entonces presidente Mauricio Macri llamó a los trabajadores «usurpadores»”.

En nombre de Fopea (Foro de Periodismo Argentino), Fernando Stanich dijo: “Coincidimos en cuál es la realidad del periodismo, sobre todo en el interior del país. Nuestras discusiones exceden a lo que pasa en los grandes medios, o lo que sucede en la Capital Federal”.

Stanich agregó que la situación de ataques contra la libertad de prensa se dan en todos los puntos del país. “Estamos pendientes de eso”, dijo, advirtiendo luego sobre la preocupación que les despierta la precarización laboral, que –aclaró– “viene de antes de la pandemia y venimos alertando que se va a profundizar”.

Stanich concluyó afirmando que “desde Fopea estamos en un proceso de autocrítica” y anticipó que trabajan en un código de ética.

«Romper con la concentración hegemónica»

A su turno, Edgardo Carmona, secretario general del Sindicato de Prensa de Rosario, celebró “que Fopea haga una autocrítica, porque siempre estuvo más cerca de las patronales que de los trabajadores”.

El gremialista rosarino repudió “al espionaje ilegal que abarcó a más de 400 periodistas. Si hay en nuestro país un hecho intimidatorio, se ve reflejado en ese listado. Ese procedimiento de persecución masiva que implementó la AFI de (Gustavo) Arribas para un gobierno que se cargó un récord histórico de despidos”.

“No hay algo más intimidatorio que verse un periodista reflejado en un lista de los servicios con datos personales, tareas, pensamientos, actividad sindical y como piensa en temas de género”, señaló Carmona.

Para Carmona, “el Estado debe tutelar para la libertad de expresión, instrumentando mecanismos claros para romper esta concentración hegemónica”, y luego agregó que “hay que generar poderosas leyes antimonopólicas, por eso es vano el debate de si Baby Etchecopar, si Majul, acá no se trata de si son mejores o peores comunicadores; la posibilidad tiene que estar en que todos puedan hablar, desmonopolizando”.

“Hoy estamos peor que hace diez años con el derecho a la información porque cada vez son menos los que pueden hablar debido a la concentración que hay en los medios. Cinco tipos se sientan en una mesa y determinan que temas hay que hablar o cuales se ningunean. No hace falta mentir, basta con ocultar la información; una especialización de los grandes medios de la Argentina. Cuando sólo hablan los poderosos, la democracia es una ficción cada cuatro años que carece de identidad y la posibilidad de debates profundos”, remarcó el dirigente gremial.

Más adelante, Carmona propuso que el Congreso trate una ley clara, federal y plural que aplique una distribución justa de la pauta oficial.

Su discurso concluyó afirmando que “el gobierno de Macri entregando Telecom a Clarín ha generado la mayor concentración de la historia”.

En representación del Sipren, el sindicato de Prensa de Córdoba, su secretaria general, Mariana Mandacovich, dijo compartir lo expresado por Angela Lerena: “La libertad de expresión no está en juego; banalizarlo es muy grave en un país como este que pasó una dictadura. Hay países donde sí está en juego y no podemos banalizarlo”.

Uno de los más enfáticos al expresarse fue Diego Pietrafesa, de Telefé Noticias y miembro del Sindicato de Prensa de Buenos Aires. “Somos trabajadores de prensa”, repitió varias veces. “Parece que los trabajadores no podemos hablar desde la libertad de expresión”, se quejó.

Luego, el periodista Esteban Zunino habló de los límites que están regulados constitucionalmente y en ese marco citó el “discurso de odio, incitación a la violencia” y pidió atender la responsabilidad que les cabe “a los que ejercemos esos derechos”.

“Los límites son la censura directa, el asesinato, la asfixia económica… Ninguno de esos casos se está dando en nuestro país durante los últimos años, salvo excepciones”, comentó

A su turno, el periodista Baby Etchecopar aclaró que no iba a victimizarse, para aclarar luego que “la libertad de expresión no se discute: se la tiene o no se la tiene, es mi punto de vista”.

Etchecopar se refirió a la titular de la Defensoría del Público, Miriam Lewin, que “dijo que ya me tienen apuntado, o Victoria Donda, que dijo “que gente como yo no debía existir, al mejor estilo goebbeliano”.

Agradeció al final haberle permitido expresar “esta bochornosa situación que estoy pasando, pero no puedo mezclar una situación gremial. Si no hubiese estado en peligro la libertad de expresión, no estaría hablando”.

Una vez que concluyó la exposición de los invitados, la palabra quedó en boca de los legisladores. El presidente de la comisión, el diputado Waldo Wolff contó que los representantes de Juntos por el Cambio “hace 9 meses que no somos invitados a la Televisión Pública ni a Radio Nacional”.

El radical Alvaro de Lamadrid advirtió por su parte que “desde que asumió el gobierno hay un creciente autoritarismo, un vamos por todo, y una de esas señales el ataque a la prensa, a los periodistas, buscando silenciar, como un saldo pendiente del anterior paso del kirchnerismo por el poder. En esto tiene que ver la vicepresidenta que es quien gobierna el país”.

La kirchnerista Mara Brawer dijo no entender “la victimización de Baby Etchecopar”, enumerando luego una serie de improperios del periodista. Pero advirtió que “esta semana dijo algo muchísimo más grave, pasó un límite: cuando Miriam Lewin dijo que su tarea es lograr que estos discursos de odio no sean escuchados, le contestó: «¿cómo va a hacer para que la gente no me escuche, me va a desaparecer»? Le dijo esto a una persona que estuvo desaparecida en la Esma”.

La diputada Mónica Macha del partido Nuevo Encuentro sostuvo que “quienes hoy dicen que la libertad de prensa está en riesgo son, paradójicamente, quienes responden a los intereses concentrados. ¿Saben cuándo estuvo en peligro el derecho a la comunicación? Durante los 4 años de macrismo, cuando como manifestó político de su gobierno lo primero que hizo fue dar de baja la Ley de Medios y con ello no solo silenciar voces sino hundir a los medios alternativos, contra hegemónicos y comunitarios”.

10