Una extraña e inusual carga de datos hizo que los santafesinos se fueran a dormir con un ganador y se despertaran con otro. Cuando todo parecía que Cambiemos era el frente más votado en la categoría de diputados nacionales, el perezoso conteo de sufragios de Rosario dio vuelta los guarismos y situó por unas décimas al Frente Justicialista como la fuerza triunfadora.
Albor “Niky” Cantard mantuvo el privilegio de candidato individual más votado. Con el 97,97% de los votos escrutados, el postulante macrista logró 489.537 voluntades. Agustín Rossi, que se impuso en la interna peronista, quedó en segundo lugar y su rival Alejandra Rodenas se situó tercera. Mientras, Luis Contigiani, del Frente Progresista, quedó en el cuarto lugar.
Zarpazo peronista
Aproximadamente a las 4 de la mañana del lunes se dio el cambio de liderazgo y el macrismo perdió la punta a manos del peronismo. El dato no es menor ya que, de esta manera, Santa Fe se convirtió en el único distrito populoso en el que no ganó Cambiemos.
Sumando sus tres vertientes, el peronismo totalizó 502.932 voluntades, aventajando en el sprint final por unos 13.500 votos al macrismo. Mientras que en la disputa interna justicialista, Rossi sacó el 61,93% de los todos, Rodenas el 35% y Pablo Di Bert 3,07%.
Como ya le tocó sufrir en otras oportunidades, el karma del PJ parece ser la pérdida de votos en el tránsito de las Paso a la general. Allí estarán destinados los esfuerzos, a que no se escurran de la estructura territorial pejotista los electores que aportó Rodenas.
Aunque resta el escrutinio definitivo de las Paso, con los guarismos del domingo, los primeros lugares de la nómina del peronismo santafesino quedaría conformada en el siguiente orden: Rossi, Rodenas, Josefina González, Patricia Mounier y Juan José Saleme.
Se pinchó el globo
En el bunker que ocuparon en la capital provincial, el candidato Cantard y el intendente José Corral se apuraron a salir a expresar a las 22 del domingo un claro triunfo en base a sus “mesas testigo”. Aquel 40% prometido se fue diluyendo conforme pasaban las horas para estancarse en poco más del 27%. De todos modos el discurso no fue triunfalista sino que apuntaba a la cautela, remarcando que la carrera hacia el Congreso recién empieza y debe refrendarse en octubre.
Al no haber tenido competencia interna, la nómina queda tal cual fue presentada: Cantard, Luciano Laspina, Lucila Lehman, Gisela Scaglia y Gonzalo Del Cerro en los primeros lugares.
Decepción frentista
Cuando empezó a caer la noche del domingo, la información que se manejaba en el bunker del Frente Progresista no era alentadora. La performance de la lista que encabezó Contigiani no fue la esperada. El consuelo, fue haber borrado de la nómina final a María Eugenia Schmuk. El flojo andar relegó a esa fuerza al tercer lugar, lejos de la discusión de punta, con 215.863 votos (11,96%) y al ministro de la Producción al cuarto puesto en el conteo individual.
Un dato llamativo fue Rosario. En la ciudad que gobierna el frente hace más de 25 años, Contigiani fue sexto. El propio dirigente radical lo atribuyó a la falta de instalación de su candidatura, lo cierto es que allí el Frente Progresista tiene un espacio para crecer rumbo a octubre.
Macrismo por fuera
Jorge Rosario Boasso se encargó de remarcar que sus votos sumaban para el presidente Mauricio Macri, pero lo cierto es que los 92.328 sufragios que cosechó bajo el sello Unite le restaron a Cambiemos la posibilidad de obtener una victoria indiscutida en Santa Fe. Claro que no fue decisión del radical, fue la Junta Provincial de la alianza macrista quien le cerró las puertas de la interna.
De esta manera, Boasso se encamina a la general con algunas incógnitas. ¿Qué hará? ¿Seguirá firme con su candidatura? ¿Se bajará para que esos votos migren a Cambiemos? La tozudez del concejal rosarino no parece augurar que abandone la disputa, pero a esta altura del reality show color amarillo ya nada sorprende.
Otros aspirantes
Dos opciones massistas siguieron en la tabla de posiciones. La “oficial” que lidera Diego Giuliano con 1 Proyecto Santafesino, que obtuvo 76.246 votos (4,23%); y otra “no reconocida” con Amalia Granata, cuya lista “Una Santa Fe Renovada” se impuso con 44.856 sufragios en la interna del Partido Popular, que con cuyas colectoras llegó al 3,54%.
En tanto, siguieron tres opciones ubicadas en el espectro de la izquierda: Caren Tepp, de Ciudad Futura, con 53.680 votos (2,98%); Carlos Del Frade, del Frente Social y Popular, con 53.256 voluntades (2,95%); y Octavio Crivaro, del Frente de Izquierda y de los Trabajadores, con 38.639 sufragios (2,14%).
Además, el conglomerado Espacio Grande con sus 12 listas internas arañó el 1,82% de los votos y fue la última fuerza política que se metió en las generales del 22 de octubre.
Santa Fe pone nueve representantes en juego
Las Paso son una fotografía, reflejan un instante y un lugar preciso del mapa electoral, nada garantiza que esa instantánea se repita en la elección general. Siempre hay movimientos del electorado, con candidatos que suben y otros que bajan. Sin embargo, con los números que arrojaron las urnas el domingo, las distribución de las nueve bancas que le corresponden a la provincia de Santa Fe en la Cámara de Diputados nacional se daría de la siguiente manera: cuatro escaños se llevaría el Frente Justicialista (Agustín Rossi, Alejandra Rodenas, Josefina González y Patricia Mounier), cuatro Cambiemos (Albor Cantard, Luciano Laspina, Lucila Lehmann y Gisela Scaglia) y uno el Frente Progresista (Luis Contigiani).
Los bloques que deben renovar sus bancas en diciembre son: Cambiemos que pone en juego 4 escaños, los de Mario Barleta, Laspina, Scaglia, Ricardo Spinozzi; el Frente Progresista 3 bancas, las de Hermes Binner, Alicia Ciciliani y Ana Copes; y el peronismo las poltronas que corresponden a Josefina González y a Eduardo Seminara.