Ezequiel Nieva
Con un fuerte llamado de los distintos sectores de la oposición para que el gobierno provincial reduzca el gasto político, la Legislatura dio media sanción ayer al fondo salarial que permitirá al Estado pagar aumentos salariales a los trabajadores públicos. La votación fue por mayoría simple –coincidieron los diputados del oficialismo y los de extracción gremial, Alberto Cejas y Silvia De Césaris–, un detalle que no impidió la media sanción del proyecto pero que cobrará relevancia cuando el Senado lo devuelva con las modificaciones que ya anunció el líder de la oposición en la Cámara alta, Ricardo Spinozzi.
El proyecto votado ayer sufrió dos cambios sustanciales respecto del dictamen emitido la semana pasada por la comisión de Asuntos Laborales de Diputados. Por un lado, se decidió subir el mínimo no imponible de Ingresos Brutos para la construcción de 1 millón de pesos a 2 millones. La alícuota quedó en 2,5 por ciento. Por otro lado, se bajó el mínimo no imponible del mismo tributo para el campo de 30 millones de pesos a 10 millones, pero sólo alcanzará a las oleaginosas: soja y girasol. El resto de las actividades primarias, tanto agrícolas como ganaderas, seguirán exentas.
Los cambios se introdujeron en la reunión de la comisión de Presupuesto y Hacienda, a la mañana, y fueron ratificados al mediodía por la de Asuntos Constitucionales. En ambas reuniones, faltaron los referentes del kirchnerismo: Ricardo Peirone no fue a la primera y Enrique Marín a la segunda. Las ausencias demuestran el fuerte malestar del sector –cuya posición será clave una vez que el proyecto vuelva del Senado a la Cámara baja– respecto del acuerdo que alcanzaron oficialistas y cegetistas. En la sesión, que comenzó a las 15.30 y se extendió casi por tres horas, el socialismo le reprochó a los diputados kirchneristas su actitud, porque fueron los primeros en presentar una alternativa de fondo salarial y luego le retacearon el apoyo al oficialismo.
Fuera de los cambios referidos a Ingresos Brutos, el resto del proyecto quedó tal como lo habían acordado la semana pasada en Asuntos Laborales: la provincia podrá usar el 100 por ciento del Fuco (Fondo Unificado de Cuentas Oficiales), el descuento que municipios y comunas hagan en concepto de Drei sobre Ingresos Brutos bajó del 10 al 5 por ciento, quedó firme la moratoria, el reparto del fondo salarial se invertirá –es decir, será 70 por ciento para municipios y comunas y 30 por ciento para la provincia– una vez que los ingresos por ese concepto superen los 557.369.000 pesos y la mitad del Fondo de Obras Menores podrá ser usada por las administraciones locales para gastos corrientes, es decir: salarios.
Una sesión áspera
Demorada más de cinco horas respecto de la citación original –debía empezar a las 10– y con discursos que apuntaron de lleno a la forma en que el Ejecutivo gasta los recursos, la sesión de ayer tuvo condimentos similares a aquélla en la que se discutió el presupuesto 2010. Los distintos sectores del PJ, que mantienen fuertes diferencias entre sí, coincidieron en criticar el aumento de los gastos políticos del gobierno exhibiendo cifras que no siempre pudo defender el vocero del socialismo, Raúl Lamberto.
El primero en hablar fue el oficialista José María Tessa, autor de uno de los proyectos de fondo salarial y presidente de la comisión de Asuntos Laborales. Tessa defendió la postura del Frente Progresista de gravar con Ingresos Brutos a los sectores que más tienen como única forma de distribuir la riqueza y garantizar los servicios básicos que debe brindar el Estado: salud, educación, seguridad y justicia. “Sólo si tributan los que más ganan podemos tener un Estado más fuerte”, argumentó el diputado, y puso ese ejemplo en oposición al “Estado ausente de los 90 que nos llevó a la crisis de 2001”.
Después de Tessa, fue un aluvión de exposiciones opositoras. La obeidista Silvina Frana opinó que el dictamen de mayoría de Asuntos Constitucionales contradice los presupuestos de la ley de administración financiera. “No sé si es la mejor ley, pero es la que tenemos”, dijo. Luego el jefe del bloque K, Luis Rubeo, confirmó que sus diputados no iban a avalar el proyecto por dos motivos: primero, porque abre la posibilidad de un enfrentamiento entre la sociedad –que se vería afectada indirectamente con la suba de Ingresos Brutos– y los empleados públicos y segundo porque afecta directamente las finanzas de municipios y comunas, y en ese sentido citó la modificación del descuento del Drei como argumento.
Después, Marcelo Brignoni –ex oficialista, actual aliado del bloque de Rubeo– opinó que la imposición de Ingresos Brutos para las oleaginosas “es un avance” respecto del proyecto de presupuesto 2010 –que no contemplaba ese impuesto– pero dijo que ese cambio es “insuficiente” y por tal motivo pidió abstenerse y no votar. Luego, De Césaris –que sí votó a favor– hizo una larga enumeración de las falencias del Estado provincial, como forma de despegarse del oficialismo. En particular, la diputada de UPCN exigió que el gobierno “termine con la creación de cargos y con la estructura paralela” en el Estado.
Cejas defendió en el recinto las políticas del kirchnerismo a nivel nacional y pidió que los distintos sectores “dejen de pensar en 2011”. El diputado y titular de la CGT provincial dedicó un párrafo a los senadores nacionales Rubén Giustiniani y Carlos Reutemann, enfrentados por sus posiciones respecto del gobierno del Frente Progresista pero aliados en contra del gobierno nacional, según dejó en claro Cejas. “Dicen que no se pueden ver ni en el cementerio pero después votan juntos”, agregó recordando una frase del Lole.
El radical Carlos Fascendini primero y Lamberto después defendieron el proyecto y se encargaron de remarcar que no fue obra del oficialismo sino fruto del consenso. El jefe del bloque socialista aclaró que no minimizan la propuesta que el lunes le acercó Spinozzi a Binner –y que consiste en crear un fondo salarial a partir del ahorro en los gastos de funcionamiento– pero dijo que no la comparte. “No sirve pensar una política salarial basada en un supuesto crecimiento de la recaudación; la política salarial debe ser sustentable”, agregó Lamberto. Luego, dijo que si el Senado mañana no avala lo votado ayer en Diputados el gobierno no estará en condiciones de llamar de nuevo a paritarias.