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Dirigentes de la APDH sobre la violencia institucional en Rosario: las mismas víctimas y victimarios

Los distinguidos militantes eligieron Rosario como la primera ciudad a la cual visitan en su mandato como titulares de la Asamblea Permanente, para reconocer el trabajo que la regional local realizó en estos dos años de pandemia

Los presidentes de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) a nivel nacional visitaron la ciudad de Rosario este jueves bajo la consigna de reconocer y compartir el trabajo realizado durante los últimos dos años, pandemia mediante, por la regional Rosario, presidida por Verónica Gauseño. Los militantes tuvieron, entre otros espacios, parada en el Museo de la Memoria, donde compartieron actividades con sus colegas locales.

Los presidentes Eduardo Tavani y Guillermo Torremare viajaron desde la sede de la organización en Capital para mantener una reunión informativa con sus pares locales en Rosario, lugar de intensa actividad de la APDH, dirigida actualmente por Verónica Gauseño. Tras la reunión mantenida en el Museo de la Memoria, los militantes por los derechos humanos se unieron a la actividad que se desarrolló en el espacio de memoria. Por sobre las 18 horas, se llevó adelante el estreno del último capítulo de la miniserie “La Memoria Inquieta”, y posteriormente, sobre las 20 horas, la presentación del proyecto de mapeo de la violencia institucional en Rosario, llevado adelante por la organización Constructores Territoriales de Derechos Humanos.

«Es algo que veníamos planeando desde hace un tiempo» dice a El Ciudadano Tavani. «La pandemia nos limitó como a todo el mundo, y visitar Rosario y fundamentalmente encontrarnos y reencontrarnos con las compañeros y compañeros de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos regional Rosario es siempre para nosotros un gusto, y el reconocimiento de la tarea que cada uno de ellos hacen día a día, son un ejemplo para toda la Asamblea Permanente».

Militantes de la APDH Regional Rosario posan junto a los Constructores Territoriales de Derechos Humanos y los presidentes nacionales de la Asamblea

 

La APDH es «un organismo con más de 34 regionales (en todo el país) pero que reconoce en Rosario una militancia y un compromiso en la defensa de los derechos humanos que es la bandera que nosotros levantamos» aporta Guillermo Torremare, colega de Tavani. «Por nuestra organización federal en la APDH son las regionales de cada lugar las que se ocupan de cada realidad que pasa en ese lugar» aunque Torremare aclara que los diferentes casos se trabajan de manera colectiva dentro de la organización y en tanto Rosario «lo que tratamos es de estar sobre la agenda política para poder incidir en materia de políticas públicas que tengan un contenido de derechos humanos».

En el Museo de la Memoria, ubicado en Córdoba 2019, exsede del Comando del II Cuerpo del Ejército hasta la recuperación de la democracia en 1984, fue el espacio de reunión de los presidentes nacionales, Torremare y Eduardo Tavani, de la vicepresidenta nacional Norma Ríos, titular nacional del espacio hasta el 2019, y la presidenta de la Regional Rosario Verónica Gauseño. El encuentro fue presenciado también por los diferentes militantes y secretarios de la regional. «Obviamente al ser parte de una organización nacional, desde la regional de Rosario charlan con nosotros sobre cómo vemos la organización en otros lados, cuáles son los ejes que estamos desarrollando, nos cuentan el trabajo que están realizando acá». Otro de los tópicos sobre los cuales versó la reunión estuvo relacionado con los juicios de lesa humanidad en los que APDH es querellante, ya sea como testigo o como testigo de concepto en las causas.

Al analizar la situación del país en materia de derechos humanos, el dirigente entiende que «las situaciones hoy son difíciles en todos los lugares del país, y todos los lugares tienen una distinta realidad», y recuerda que no sólo la violencia institucional es un tema recurrente en la agenda de la APDH, sino que la organización también pelea en causas  por el cuidado del ambiente, la persecución a pueblos originarios, entre otras situaciones a lo largo del país. «Nosotros venimos repitiendo que no somos un partido político que dice qué es lo que hay que hacer» dice a este diario Torremare, y agrega que «creemos que las agendas políticas deben tener contenidos de derechos humanos y ese es el trabajo principal que realizamos».

La violencia institucional en Argentina

Tavani analiza las características de la violencia institucional en Rosario y da cuenta de que la relación entre los sujetos «policía», «sujetos perjudicados por el aparato estatal» y el río, como en los casos de Gerardo «Pichón» Escobar o Carlos «Bocacha» Orellano «no es exclusivamente privativa de Rosario». Tavani advierte que «la violencia de los aparatos represivos del Estado y sobre todo con relación a los pibes y las pibas pobres, de los barrios marginales, vulnerados, son las víctimas de esa violencia» refiriéndose, en el marco de los alegatos en la causa por al desaparición seguida de muerte del joven Franco Casco ocurrida en octubre del 2014, «el río, el agua, estos ámbitos suelen ser espacios donde esa violencia terminan materializándose para lograr impunidad, y entonces se torna en una situación recurrente no sólo en Rosario sino en otros lugares». «Siempre son las mismas víctimas, siempre suelen ser los mismos victimarios, y las geografías tienden, a su vez, a complejizar los diferentes tipos de violencia».

A este comentario Torremare le agrega una caracterización propia del concepto de violencia institucional, y aborda lo que la jerga callejera retoma como «gatillo fácil»: «A nosotros nos gustaría cambiarle ese nombre, porque en realidad el gatillo fácil es la pena de muerte practicada en forma extrajudicial, obviamente inconsulta e inmediata, por parte de las fuerzas de seguridad. Acá en Argentina, lo que está en vigencia es esa pena de muerte, practicada así de esa manera».

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