La tercera audiencia del juicio oral que se sigue contra Regina, la transexual acusada de matar con ensañamiento a Osvaldo Hugo Colman en julio de 2010 en la vivienda de la víctima, ubicada en el barrio Martín Fierro de Granadero Baigorria, transitó en un clima de tensión constante entre las partes. Es que ayer un policía aseguró que la acusada le confesó el crimen, pero un médico legista presentado por la defensa sostuvo que la muerte de la víctima se produjo el día 27 de junio de 2010, cuando la imputada ya estaba detenida.
El primer testigo en declarar fue un policía que al momento de la detención de Regina prestaba servicio en la seccional 30ª donde la travesti estuvo detenida entre 15 y 30 días. El uniformado afirmó que en una oportunidad le preguntó a la acusada por qué estaba detenida y Regina le dijo que había cometido un crimen en Baigorria y que la víctima era una persona que salía con ella. Además, le contó que la había pasado a buscar y que en su casa habían mantenido relaciones y un juego con golpes en el cual la otra persona no se encontraba en sus cabales, y que entonces ella tomó esta decisión (matarlo), refirió.
Ante la pregunta de la defensa si conocía a la ex pareja de Colman, el policía refirió que la mujer era amiga de su novia y hace unos meses le manifestó que comenzaba el juicio por el crimen de su ex esposo, que trabajaba en la EPE y se había producido en Baigorria, y que fue en ese momento que lo recordó. Ante esto, la defensa pidió el desglose del testimonio, lo que generó la oposición de las otras partes. Pero finalmente el tribunal resolvió admitir el relato del uniformado.
La fecha de la discordia
El segundo testigo que ingresó a la sala fue un medico legista ofrecido por la defensa. La presencia del declarante derivó en la oposición de la fiscal Nora Marull al testimonio al sostener que es un asesor técnico de parte, que llegó como perito a una causa donde no realizó ningun peritaje.
Y agregó que la irregularidad en el informe de la autopsia que marcó el defensor Fernando Sirio es respecto a la carátula, que hace referencia al 27 de julio de 2010 a las 3 horas como momento del deceso y luego remite al acta de levantamiento del cuerpo donde, según la querella, la muerte se produjo 48 horas antes del hallazgo del cuerpo (que fue el día 27).
Según la defensa, ese acta es ilegible. En tanto, el forense remarcó que la carátula donde se menciona otra fecha no es relevante ya que la misma sirve a manera de título indicativo y la completa un administrativo, dato que fue avalado por los querellantes Martín Ricardi y Franco Fosco.
Por su parte, la defensa de Regina (compuesta por Fernando Sirio y Lucas Antares), que basa su hipótesis en esta prueba y el acta de defunción que hace mención al martes 27 de julio a las 3 como fecha de muerte –cuando su clienta estaba detenida– sostuvo que el testimonio del médico legista era fundamental para su teoría del caso y como médico criminalista su palabra es sumamente importante. Tras esto, el tribunal resolvió que la declaración se lleve adelante.
Entonces fue el turno de Aldo S., quien hizo un relato de su trayectoria como médico legista, aseguró que realizó unas dos mil actas de levantamiento de cuerpos y sostuvo, ante la pregunta de la defensa, que el objeto de ese protocolo tiene cuatro aspectos: identificar el cadáver, fijar la causa de la muerte, establecer si el fallecimiento fue por accidente, homicidio o suicidio y fijar el momento aproximado del deceso.
Luego hizo referencia al profesional que confeccionó el acta de levantamiento, de quien dijo que fue su subalterno.
El profesional hizo referencia a algunos elementos que son necesarios para determinar la hora de la muerte como la medición de la temperatura ambiental y del cadáver. Y destacó que ello no se realizó, que no hay instrumentos para hacerlo y que sin estos datos no se puede precisar el momento de la muerte.
Aunque refirió que hay otros fenómenos cadavéricos que deben estar en el acta, como la rigidez cadavérica, la putrefacción que se inicia en el estómago y signos de deshidratación. El testigo afirmó además que en el acta de levantamiento del cadáver de Colman lo único que vio fue “una incipiente gravidez cadavérica”, a lo que agregó que en el protocolo de autopsia que observó hay signos que avalan la fecha puesta adelante, –es decir en la carátula que dice 27 de julio de 2010 a las 3–. No obstante, aclaró que puede haber una variación de 6 u 8 horas y que un cuerpo alcanza la rigidez cadavérica entre 15 y 20 horas después de la muerte.
Ante las preguntas de la fiscalía, el médico legista refirió que no trabajó en el Instituto Médico Legal, que tiene la misma especialidad que el médico forense que fue contratado por la defensa y cobró sus honorarios por exponer sus conclusiones sobre el caso.
Y al ver las fotos del cuerpo de Colman, sostuvo que las heridas que la víctima presenta en la cara son filocortantes y que el corte del brazo, si bien no está hecho con precisión de cirujano, esta bien hecho y que a un auxiliar forense le puede llevar entre 20 y 30 minutos con un cuchillo.
Previo a terminar el acto se incorporó a la causa una declaración indagatoria que brindó Regina en la etapa de instrucción, donde afirmó que no mató a la víctima, con el que mantenía una relación amorosa libre, y sostuvo que tenía el auto de Colman porque se lo había prestado una semana antes, a lo que agregó que el teléfono del hombre estaba en la guantera. Otro dato que surgió de la lectura fue que Colman mantenía una relación con la mujer de un policía con la que tenía inconvenientes.
Tras esto se pasó a un cuarto intermedio hasta el lunes a las 9.30, donde se realizarán los alegatos.