Luis no se explica cómo las cosas pudieron terminar así. Parado frente a su casa, apoyado sobre la pared de un pasillo de barrio Las Flores, los ojos se le ponen vidriosos cuando escucha el nombre de su hijo. La de anteayer era una noche como cualquier otra, hasta que Gustavo fue hasta donde se encontraba uno de sus hermanos, que discutía con otro chico del barrio. Pero este pibe estaba armado, y no dudó en abrir fuego. Lo hizo a pesar de que el tema en discusión era algo tan intrascendente como una caja de cigarrillos. Gustavo terminó muerto y, más tarde, su asesino, de apenas 16 años, fue detenido.
La casa que Luis comparte con su mujer y cinco de sus ocho hijos –entre ellos Gustavo– queda en un pasillo a la altura del 6900 de calle Clavel, en barrio Las Flores, unos treinta metros en dirección al corazón de la manzana. Parado, y acompañado por un par de adolescentes tan callados como él, el hombre, que hace más de 30 años vive en ese sector de la zona sur, lamentó no tener el dinero suficiente para pagar la cochería para velar a su hijo. “Lo estamos juntando como podemos. A las dos (de la tarde) le van a hacer la autopsia, y después nos entregan el cuerpo”, confió ayer Luis a El Ciudadano.
Anteanoche, Gustavo Daniel González, de 27 años, estaba en su casa cuando le dijeron que uno de sus hermanos no la estaba pasando bien. Es que en ese mismo momento, a dos cuadras de la vivienda familiar, un chico del mismo barrio lo estaba apurando para que le diera su atado de cigarrillos.
“Mi hijo de 16 años estaba en una esquina con un amigo, y se le acercaron tres pibes que viven acá a dos cuadras. Primero uno le pidió un cigarrillo, y mi hijo se lo dio, pero después volvieron y le dijeron: «ahora quiero el atado». Ahí empezaron a discutir”, contó Luis.
Cuando se enteró, Gustavo salió en su auxilio. Pero al llegar vio que uno de los chicos que se paraba delante de su hermano menor tenía un arma de fuego en la mano. “Quiso volver para decirle a mi mujer que este pibe estaba armado, pero lo siguieron y lo hicieron parar antes de que llegara”, detalló el papá del joven.
El chico empezó a amenazarlo con el arma. Le dijo que lo iba a matar. Lo hizo poner de rodillas para ejecutarlo. Después se rieron y lo dejaron ir, rememoró su padre. “Gustavo empezó a caminar para acá y enseguida el pibe vuelve a sacar el arma, se da vuelta y le mete dos tiros”, apuntó Luis.
Herido, el joven fue llevado por su mamá y su hermano en auto hasta el hospital Roque Sáenz Peña, donde falleció poco después de llegar. Los médicos le diagnosticaron “herida de arma de fuego en el lóbulo temporal izquierdo de la cabeza y otra en la región intercostal izquierda”.
“La Policía llegó enseguida. Todos sabían quién había sido, así que fueron derecho a buscarlo y detenerlo”, recordó el hombre.
Voceros de la investigación detallaron que el sospechoso es un adolescente de 16 años apodado Nikito, quien fue apresado en Rosa Silvestre y Clavel y quedó alojado en la subcomisaría 19ª, que tiene jurisdicción en la zona.
“No sé por qué pasó esto. Mis hijos son buenos pibes, ninguno tiene antecedentes y jamás habían tenido problemas con este chico. Lo conocían de vista, porque siempre anda dando vueltas, pero nunca se habían cruzado”, se lamentó Luis.