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Disney avanza en el streaming con una fuerte producción regional que pisa fuerte en Argentina

La plataforma sigue enfocada en explotar su gran portfolio de franquicias que resuenan en el mundo mientras profundiza su incursión regional con una importante cantidad de producciones argentinas como “El encargado” y “Coppola, el representante”

En un mercado del streaming en fuerte disputa por suscriptores y con un escenario de inestabilidad económica generalizado tras la pandemia y por los efectos de la guerra en Ucrania que lleva a los jugadores del sector a replantear sus estrategias comerciales, las plataformas de Disney están enfocadas en explotar su “gran portfolio de franquicias que resuenan en el mundo” y su incursión regional “para darle un adicional a la oferta e interpelar a los consumidores locales”, como se comprueba por su importante cantidad de producciones de factura argentina.

El estreno el 26 de octubre de El encargado, de Mariano Cohn y Gastón Duprat y con Guillermo Francella, y el comienzo de los rodajes de Coppola, el representante, también creada por esa dupla de realizadores y con Juan Minujín como el exmanager de Diego Maradona, son parte de los al menos ocho proyectos que la casa del ratón Mickey tiene en marcha en el país y que se sumarán a los nueve que ya vieron la luz en el poco más de un año que lleva en la competencia local.

“Prestamos atención a cuánto estamos gastando, pero producir contenido global, regional o local es para traer suscriptores y retener a los que ya tenemos. No podés pretender tener suscriptores si no hay algo nuevo y si no los atraés con eso”, definió en diálogo con Télam y un puñado de medios latinoamericanos la presidenta del área de Contenidos y Operaciones Internacionales de la compañía, Rebecca Campbell.

Encargada de supervisar la grilla de títulos que la compañía genera por fuera de Estados Unidos -en más de 180 países-, Campbell señaló como una “gran ventaja estratégica” las “marcas grandes, sólidas y globales” con las que ya contaba en su catálogo, con producciones de Marvel, Star Wars, Pixar y los clásicos de Disney que sumó al terreno del streaming y que, en América Latina, se tradujo en la llegada de Disney+ y Star+ en noviembre de 2020 y agosto de 2021, respectivamente.

El lanzamiento de estas plataformas ocurrió durante una disparada expansión del rubro, que hasta el inicio de la pandemia de coronavirus -y al menos en Argentina- se repartía entre la siempre dominante Netflix junto a Amazon Prime Video y, tímidamente, StarzPlay, que días atrás fue renombrada Lionsgate+.

Fue cuando la población mundial se hallaba en pleno aislamiento frente al covid-19 cuando irrumpieron The Walt Disney Company y otras competidoras. Paramount+ lo hizo en marzo de 2021 y tres meses después HBO Max, con la que el conglomerado WarnerMedia (hoy fusionado en Warner Bros. Discovery) reunió en un único catálogo las propuestas nuevas y antiguas de todas sus marcas.

Así todo, este movimiento simultáneo de concentración mediática y de repentina sobreoferta de contenidos, sumado a los efectos económicos de la crisis sanitaria y de la contienda desatada por Rusia en territorio ucraniano en febrero pasado, hoy obliga al streaming a replantear sus tácticas de producción y de membresías para adaptarse a una realidad en la que hay demasiado para elegir pero no los suficientes usuarios con recursos para suscribirse a todo.

En esos aprietos, Netflix, que perdió más de 1 millón de clientes en los dos primeros trimestres del año, sumará un plan con publicidades -desarrollado en asociación con Microsoft- que lo ayude a recuperar sus pérdidas. Por su parte, Disney la seguirá con una actualización de precios y la preparación de una suscripción más económica y con avisos que llegará a Norteamérica en diciembre.

Y aunque los proyectos no son ajenos a esas transformaciones, con HBO Max como el mayor ejemplo tras su fusión con Discovery y la cancelación de films y series como Wonder Twins, Batgirl, Demimonde y Snowpiercer, una de las estrategias que parece funcionar es la de mirar más allá de las fronteras norteamericanas y buscarse un lugar entre las audiencias de otras latitudes.

Para la mayoría de las plataformas no es tan nuevo poner un pie en las industrias regionales, y en pagos locales el arranque resulta prometedor: desde las “Hecho en Argentina” de Netflix, con Granizo y La ira de Dios (ambas de este año) y las series El reino y Casi feliz; o Días de gallos y Entre hombres, de HBO Max, la nómina de contenidos realizados en el país se probó, hasta ahora, variada y constante.

“Usamos el término «travelability» (en español, la capacidad de ser trasladado) para referirnos a esas historias. Cuando los creadores hablan de una historia que les resuena en su corazón o en su mente, no importa de dónde venga, va a funcionar con el público porque puede sentirse identificado”, explicó Campbell, en referencia a una mirada que, en Argentina, se aplica a paso firme.

Justamente, hasta septiembre Disney había estrenado 147 títulos producidos por fuera de Estados Unidos en sus plataformas, que ascenderán a 210 para fines de 2022. Entre ellos, la prominente Santa Evita, cuyo componente histórico atrajo, según la ejecutiva, a “muchísimas personas alrededor del mundo que quizás no conocían el hecho de que el cuerpo fue oculto durante años, pero saben sobre Evita, sobre lo legendaria que fue y qué rol jugó”.

“Ese fue uno de los proyectos que se plantearon en un principio para esta nueva etapa y la verdad es que no podía creerlo, parecía una leyenda urbana, pero hicieron un trabajo fenomenal en contar esa historia”, dijo Campbell, confesa consumidora de la serie protagonizada por Natalia Oreiro, Darío Grandinetti y Ernesto Alterio en base al best seller homónimo de Tomás Eloy Martínez.

Si bien reconoció que se trata de “cifras muy agresivas”, la ejecutiva subrayó que están “comprometidos con la programación y los contenidos locales”: “La inflación está muy alta alrededor del mundo en este momento, todos están mirando sus costos, pero estimamos cuántos suscriptores tendremos para 2024, y es rentable. Son nuestros objetivos y estamos decididos a cumplirlos”, aseguró.

En Argentina, la inversión en producciones ya sumó a Disney+, que reúne la oferta para toda la familia, series infantiles como El ristorantino de Arnoldo, creada por Diego Topa, y otras propuestas juveniles como Entrelazados y Tierra incógnita, a las que más adelante se sumará la tira musical para adolescentes FreeKs.

Además de Santa Evita, en Star+ aparecen Terapia Alternativa, de Ana Katz, junto a los capítulos dedicados a artistas nacionales de Bios. Vidas que cambiaron la tuya. Este año también vio los lanzamientos de Los protectores, comedia creada y encabezada por Adrián Suar; de la docuserie Lo que no sabías del humor argentino, del comediante y conductor Migue Granados; y en septiembre pasado del drama familiar Limbo.

La plataforma pronto recibirá El encargado y más adelante el thriller político Diciembre 2001, basada en el libro El palacio y la calle, del periodista Miguel Bonasso. La lista sigue para 2023, cuando están previstos los estrenos de Nada, de Cohn y Duprat con Luis Brandoni y Robert DeNiro, y de El comandante Fort, serie documental sobre el icónico mediático del título.

Aún sin fechas y todavía en etapa de producción figuran Coppola, el representante -bajo la dirección de Ariel Winograd-, que completa la lista junto a Planners, protagonizada por Celeste Cid; Bellas Artes y Ringo, con Jerónimo Giocondo Bosia en la piel del boxeador Oscar Bonavena.

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