Casi al mismo tiempo que cientos de rosarinos marchaban por la pacificación de la ciudad, en la tarde de este miércoles otros dos jóvenes resultaron víctimas de un ataque con armas de fuego en la zona noroeste. Fue en la cuadra de Arévalo al 6.000. La policía recogió 10 vainas servidas. Las marcas quedaron en un auto estacionado en el lugar, con tres impactos de bala, y la fachada de una vivienda, con dos. Vecinos deslizaron por lo bajo que en la casa presunto blanco del atentado funciona una boca de venta de estupefacientes. De hecho, esa dirección ya fue allanada el año pasado.
El ataque fue poco antes de las 18. Dos muchachos de 16 y 19 años resultaron alcanzados en brazos y piernas por los disparos. Allegados los trasladaron en autos particulares hasta el hospital de emergencias Heca, desde donde informaron que sus vidas no corrían peligro.
El mismo domicilio de la cuadra de Arévalo al 6.000 había sido uno de los allanados durante un megaoperativo que incluyó alrededor de 60 procedimientos similares desplegados el 22 de agosto pasado en los barrios Ludueña, Empalme Graneros y Arroyito Oeste, que ordenaron los fiscales provinciales Marisol Fabbro, Georgina Pairola y Pablo Socca y su par federal Javier Arzubi Calvo.
Al cabo de esos operativos fueron detenidas 21 personas, entre ellas un policía retirado. Además, se secuestraron armas, municiones, autos y motos, unos 800 mil pesos, drogas y cuadernos con anotaciones de venta de estupefacientes que fueron remitidos a la Justicia Federal.
En aquel momento, las investigaciones estaban enfocadas en varias bandas que se disputaban territorio para el narcomenudeo. Entre ellas, la encabezada por el conocido Mauro Geréz, quien había sido detenido cuatro meses antes.