El cuerpo encontrado anteayer en un descampado de la zona oeste fue identificado. Se trata de Nahuel Jonatan Callejas, un joven de 19 años que, según los investigadores, fue asesinado de un disparo en la cabeza en el mismo lugar donde fue hallado a partir de un llamado anónimo al 911. Desde la Fiscalía de Homicidios Dolosos se informó que tenía antecedentes por hechos de robo, aunque no se especificó cuáles eran las líneas investigativas acerca del móvil del crimen y de sus posibles autores.
El martes cerca de las 19, un llamado al 911 alertaba sobre la presencia de un hombre muerto en la zona de Uriburu y avenida de Las Palmeras, en el oeste de la ciudad. Media hora más tarde, la Policía encontraba a unos cincuenta metros de ese cruce, perdido entre cañaverales y en la entrada a un campo privado, el cuerpo de un joven con un disparo en la cabeza. Tenía varios tatuajes y llevaba puestos bermudas y un buzo con capucha. Además, no cargaba con documentos ni dinero en los bolsillos.
Esa tarde, un pesquisa precisó que para encontrar el cuerpo los uniformados debieron entrar con linternas y que parecía que los asesinos habían llevado a la víctima al lugar para luego ejecutarla. En este sentido, el cuerpo no presentaba signos de defensa ni golpes en su cara y llevaba entre 12 y 20 horas sin vida.
La investigación del crimen recayó en el fiscal Pablo Pintos, quien estuvo en los cañaverales donde el chico fue hallado. En las primeras horas de ayer, la Fiscalía de Homicidios informó que no había denuncias por el paradero de ningún joven con esas características, por lo que la identificación se iba a realizar a través de las pericias dactilográficas. Pocas horas después, pasado el mediodía, se dio a conocer la identidad del joven: Nahuel Jonatan Callejas, de 19 años.
Además de su identidad, voceros judiciales dieron a conocer un amplio historial de antecedentes penales que incluyen robo, lesiones y amenazas cuando era menor de edad y una vez alcanzados los 18 años. Sin embargo, no se especificó la relación de estos delitos con su muerte, cuáles eran las líneas investigativas del fiscal en relación a los presuntos autores, ni los motivos por los cuales Nahuel fue asesinado. Tampoco se dio a conocer en qué barrio de la ciudad vivía.
En este sentido, El Ciudadano constató que sobre Nahuel pesaban tres delitos menores e insignificantes. En enero de 2014, cuando tenía 18 años, fue detenido por un robo ocurrido en 27 de Febrero y España. Ese día, un joven de 33 años fue asaltado por dos muchachos que lo golpearon y le sustrajeron 200 pesos y un teléfono celular, para luego darse a la fuga a bordo de un carro tirado por un caballo. Poco después, la Policía encontró a los dos jóvenes a partir de un patrullaje por la zona.
Anteriormente, Nahuel ya había entrado a una comisaría. Cuando tenía 14 años fue detenido junto a un chico, también menor de edad, por portar un revólver calibre 32 cuando andaban en moto por Garibaldi y Avellaneda.
A los 16 años estaba con un grupo de amigos en la esquina de Doctor Rivas y Callao cuando la Policía quiso detenerlos. Los jóvenes se fueron corriendo y Nahuel intentó huir pero fue encontrado por los uniformados en un pozo, donde se había escondido.