Pamela Tabares no transitaba por un buen momento. Hacía poco tiempo que a la joven trans se le había muerto la mamá cuando para peor se quedó sin techo: la habían echado de la pensión donde vivía. Una amiga había abierto las puertas de su casa en barrio Las Flores para que tuviera dónde dormir y en la mañana de ayer iba a tener una entrevista en la Municipalidad, donde había acudido en busca de ayuda a través de organizaciones LGTB. Nunca llegó: su cuerpo había quedado tendido en las afueras de la localidad de Pérez, en un camino rural, acribillado a balazos. Una persona que pasaba por el lugar lo vio y dio aviso, y una amiga lo reconoció: enterada del crimen y sin poder contactarla, sospechó, se comunicó con el Área de Diversidad Sexual municipal y terminó confirmando el peor final.
“Desde el primer momento estuvimos en contacto con el fiscal. Es sin dudas un femicidio trans, muy fuerte, con enorme violencia, y es importante que se investigue en serio esto y se haga justicia”, subrayó Esteban Paulón, subsecretario de Políticas de Diversidad Sexual de la provincia.
Pamela tenía 36 años, había crecido en Gabín 9 y era reconocida en el ambiente y la militancia LGBTI, pero también afuera: su perfil de Facebook, ahora huérfano, tiene casi 2 mil seguidores.
Quienes la conocían sabían que atravesaba por un mal momento, y por ello las organizaciones le estaban brindando apoyo. Y estaba a horas de una cita crucial cuando un feroz ataque a balazos le quitó la vida.
Según trascendió, su cuerpo fue hallado pasado el mediodía de ayer en la calle El Chajá, un camino de tierra cercano al cámping del Sindicato de Camioneros, con cañaverales a los costados y donde no hay viviendas.
Poco después la zona se había inundado de uniformes policiales. El fiscal de Homicidios Dolosos Rafael Coria, presente en el lugar, precisó que el cuerpo había recibido al menos cinco tiros. Pamela fue baleada en las piernas y en el pecho, y tenía un disparo en la cabeza que ingresó por la nariz.
Según la hipótesis fiscal, fue asesinada donde quedó su cuerpo; el médico legista estimó que llevaba entre 8 y 12 horas de muerta. En el lugar fueron encontradas seis vainas servidas calibre 3.80.
Pamela vestía calzas, remera y campera, y calzaba botas. A un costado fue hallada una cartera, pero ninguna identificación.
Coria adelantó que revisarán la única cámara cercana al lugar, precisamente la del cámping de Camioneros. Y también las de la empresa de energía eléctrica Transener, que si bien están lejos, no se descarta que sus imágenes puedan aportar algún dato.
Paulón confirmó que mañana por la mañana, junto con integrantes del colectivo LGTBI que conocían a Pamela, se entrevistarán con el fiscal para aportar información y pedir por la investigación, cuyas primeras acciones quedaron en manos de efectivos de la Policía de Investigaciones y de la comisaría 22ª de Pérez.