Familiares de los dos jóvenes que murieron en los disturbios del jueves último en Bariloche, posteriores al asesinato de Diego Bonefoi (15), baleado por un policía en la cabeza, acusaron hoy a la fuerza policial por las muertes.
Bonefoi fue baleado a las 4,40 del jueves por un cabo de la Comisaría 28, y su muerte desató violentos enfrentamientos entre manifestantes y policías en el Alto de Bariloche, que derivaron en las muertes a balazos de Nicolás Carrasco (16) y Sergio Cárdenas (29).
Las autoridades policiales afirmaron que en los incidentes la fuerza no usó “armas letales” contra los manifestantes, limitándose al uso de escopetas con postas de goma y gases lacrimógenos.
Sin embargo, en una conferencia de prensa conjunta, familiares de ambos fallecidos señalaron hoy que los dos jóvenes fueron baleados por policías, y pidieron castigo para quienes ordenaron reprimir y disparar.
Ricardo Carrasco, padre de Nicolás, dijo que su hijo recibió al menos tres disparos de parte de varios policías del grupo antimotines BORA, y que en la autopsia encontraron una bala de plomo en su cuerpo.
“Estaban encapuchados y con escudos, lo encerraron y le dispararon de manera directa, rodilla en tierra para buscar el mejor ángulo, lo acribillaron. El no sabía para dónde correr”, señaló.
Indicó que su hijo estaba en el barrio Boris Furman -donde comenzaron los incidentes- hasta las 16,30, cuando decidió ir a buscar a la novia en otro barrio, cuando resultó encerrado por los policías.
Aseguró que policías de la Comisaría 28 lo había maltratado antes “por ser moreno” y pidió que la justicia castigue a “esos cuatro policías que lo arrinconaron y lo mataron”, destacando que su hijo “era un pibe sano” que trabajaba con él en plomería.
A su vez Carmen Curaqueo, madre del joven, también destacó que su hijo “no era un delincuente, trabajaba con su papá”, y reclamó a la justicia que determine quiénes lo mataron: “Eran policías y estaban de uniforme. Yo fui a ver y les decía que iban a matar a otro pibe, y me apuntaron a mi también”, afirmó.
Por su parte Karina, la viuda de Cárdenas, también refirió que su esposo fue asesinado por un policía, según la descripción de dos testigos que vieron cuando cayó baleado por un “policía que estaba todo tapado”.
Indicó que estaba mirando los incidentes con su marido y volvió a la casa para buscar a un hijo, a quien debían llevar “a básquet”, y que cuando volvió a salir le dijeron que “a Sergio lo llevaron al hospital” porque le habían disparado.
Relató que fue al hospital, donde un médico le dijo que “Sergio ya había llegado muerto, que lo trataron de revivir pero que no pudieron hacer nada”.
Los familiares aclararon que no están contra la policía sino contra los asesinos, para quienes pidieron identificación y “cárcel común”.
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