Por Periódico Pausa
El gobierno de Maximiliano Pullaro efectivizó por decreto las cesantías de más de 40 trabajadoras y trabajadores de la Secretaría de Mujeres, Género y Diversidad (ex Ministerio) que estaban a punto de cumplir un año en planta permanente. Junto a las 24 profesionales que fueron echadas en enero, al dejarse en comisión sus nombramientos en planta permanente, son más de 60 las mujeres y personas LGBTIQ+ que quedaron en la calle.
Las y los afectados desempeñaban un papel fundamental en la implementación de programas de asistencia y apoyo para mujeres y diversidades, y en la atención y promoción de políticas de género. Sin embargo, para el gobernador y la ministra de Igualdad y Desarrollo Humano, Victoria Tejeda, no existía «ningún tipo de vínculo laboral comprobable» entre las y los trabajadores con la provincia. Su pérdida representa una profundización en el vaciamiento del área, luego de décadas de avances en políticas de igualdad.
Despedidas y despedidos se enfrentan ahora a «una situación de vulnerabilidad laboral y económica», en palabras de la Asamblea de Trabajadoras/es de la Secretaría: «Personas trans que se verán expulsadas a la emergencia social, dificultadas en alcanzar la inclusión laboral por la discriminación que se incrementa hacia esa comunidad, como también mujeres jefas de hogar, que ven perjudicada la calidad de vida que esperaban sostener junto a sus familias».
«La situación ha puesto de manifiesto la necesidad urgente de revisar las prioridades del gobierno en cuanto a la protección de los derechos laborales y de género, en un contexto donde la violencia y la desigualdad siguen siendo problemáticas latentes», continúa el comunicado de la Asamblea, que exige «la reinstalación inmediata de las trabajadoras y trabajadores despedidos y la reafirmación de políticas que promuevan la igualdad y el respeto a los derechos humanos».