El serbio Novak Djokovic puso hoy freno al ascenso del búlgaro Grigor Dimitrov y avanzó por segundo año consecutivo a la final del torneo de tenis de Wimbledon.
El número dos del ranking y primer preclasificado, Djokovic se impuso por 6-4, 3-6, 7-6 (7-2) y 7-6 (9-7) y buscará el domingo su segundo título en Wimbledon y el séptimo Grand Slam de su carrera ante el vencedor del choque que juegan a continuación el suizo Roger Federer y el canadiense Milos Raonic
El serbio quedó además a un triunfo de arrebatar el primer lugar del ranking al español Rafael Nadal, sorpresivamente eliminado en los octavos de final del césped londinense.
«Fue un buen triunfo para mí. Estoy contento de haber sido parte de otro gran partido. Espero que el público lo haya disfrutado», indicó Djokovic tras su victoria en tres horas y dos minutos de juego, según consignó la agencia alemana de noticias DPA.
El serbio afirmó además que «fue un partido duro, comencé bien, con un set y un break arriba, pero al igual que contra (Marin) Cilic, le permití a mi rival volver. Pero en general estoy feliz de volver a estar en la final de Wimbledon».
Dimitrov, de 23 años y decimotercero del ranking, no pudo alcanzar su primera final en un torneo grande y cortó una racha de diez triunfos consecutivos tras ganar el título en Queen`s en el inicio de la gira sobre hierba.
Y pese al gran crecimiento mostrado en este Wimbledon, donde dejó sin corona al británico Andy Murray, su consolidación entre los mejores del mundo aún deberá esperar.
«Tiene grandes tiros y un gran toque. Ha progresado inmensamente en los últimos meses. Jugué ante una futura estrella, aunque ya es un jugador top. Le ganó a Murray en cuartos, merece respeto», aseguró Djokovic sobre su rival de hoy.
Campeón en el 2011 y finalista el año último en el All England Club, Djokovic comenzó con autoridad y se llevó el primer set en apenas 26 minutos tras quebrar a Dimitrov en el quinto juego.
Alentado en las gradas por su novia, la rusa Maria Sharapova, el búlgaro se mostró tenso y errático en el inicio del encuentro, jugado bajo un fuerte sol en la jornada más cálida del torneo.
La tónica no cambió en el inicio del segundo parcial, en el que el número dos del ranking se adelantó rápidamente por 3-1 y parecía encaminarse a una cómoda victoria.
Pero el búlgaro empezó a golpear más fuerte y a desplegar su talento ante un Djokovic que bajó repentinamente su nivel. Y con una ráfaga inesperada, logró dar vuelta el marcador encadenando cinco games consecutivos.
El alemán Boris Becker, ex campeón de Wimbledon y entrenador de Djokovic, miraba sorprendido en la tribuna. Y muy cerca de él, la leyenda australiana Rod Laver se deleitaba en el «Royal Box».
Dimitrov demostró en ese lapso por qué fue apodado hace tiempo ya como el «Baby Federer». Con un saque y una derecha potente, un rasante revés con slice y una mano exquisita en la red, el búlgaro apabulló al serbio y generó la ovación de una cancha central inclinada definitivamente a su lado.
No duró mucho el impulso de Dimitrov, ya que Djokovic reaccionó y emparejó las acciones en el tercer parcial. Cada uno se hizo firme con su servicio, pero el búlgaro tuvo en sus manos una valiosa posibilidad de quiebre con el marcador 3-3, salvada por el número dos del mundo con un gran revés paralelo.
Llegaron entonces al tie-break, donde Djokovic demostró su categoría para inclinar el partido a su lado. El búlgaro sintió anímicamente el golpe y en el inicio del cuarto parcial regaló su servicio con tres dobles faltas y un error no forzado.
El serbio tenía todo servido, pero se desconcentró, cedió de inmediato su saque y devolvió la vida a su rival, que llegó a disponer de un set point cuando Djokovic sacaba 4-5.
El encuentro llegó a un nuevo tie-break, donde Djokovic se impuso con sufrimiento tras salvar otros tres puntos de set.
El balcánico selló así un triunfo que no sólo lo deposita una vez más en la final de Wimbledon, sino que también demuestra a Dimitrov que aún deberá esperar para tomar el relevo.