Los investigadores del doble crimen de un ciudadano mexicano y su hijo colombiano, asesinados la semana pasada en un departamento del barrio porteño de Belgrano, hallaron rastros de pólvora en las manos de la abogada detenida por el caso, lo que indica que la acusada pudo haber disparado un arma de fuego, informaron este martes fuentes policiales.
Los peritos de Científica de la Policía de la Ciudad también hallaron restos de pólvora en las manos de la menor de las víctimas, lo que abre un abanico de hipótesis sobre la mecánica con la que se produjeron los hechos.
Las fuentes precisaron a Télam que el mismo día en que se cometió el doble crimen los expertos tomaron una muestra de las manos de la abogada Julieta Estefanía Bonanno (29) y del asesinado John Alexander Naged Aguilar (32) y que los resultados del barrido electrónico en ambos casos se conocieron en las últimas horas.
Los voceros consultados detallaron que los peritos hallaron restos de plomo, antimonio y bario, que son los componentes que se dispersan e impregnan en la mano que empuña un arma cuando se efectúa un disparo.
En el caso de la abogada, este resultado abona la hipótesis de que ella pudo haber efectuado disparos contra Naged Aguilar y su padre Rodrigo Alexander Naged Ramírez (58), dijeron los informantes.
En cuanto al menor de las víctima, los investigadores sospechan que pudo haber manipulado el arma homicida en un forcejeo con quien disparó, pero tampoco descartan que él también haya disparado contra su o sus agresores.
Es que en la escena del doble crimen no se halló ninguna pistola y se secuestraron tres vainas servidas, cuando padre e hijo presentaba un solo balazo cada uno.
A su vez, en el lugar del hecho también se secuestró un cuchillo con manchas de sangre, aunque tanto las dos víctimas como la abogada no presentaban heridas por arma blanca, lo que abonaría la hipótesis de que hubo una cuarta persona involucrada.
En esa línea, los pesquisas apuntan a un hombre «NN» que fue captado por las cámaras de seguridad instaladas en la entrada del edificio donde fue cometido el doble crimen.
En tanto, los efectivos de la División Investigación de Delitos Violentos (ex Homicidios) de la Policía Federal Argentina (PFA) allanaron este lunes, y por segunda vez, la casa de la imputada situada en Esperanza 1746 de la localidad bonaerense de Ituzaingó.
Según las fuentes, en el domicilio se incautaron de tres pantalones (dos color crema y uno blanco), un saco negro y un par de botas bordó, entre las que se encontrarían las prendas utilizadas por la abogada el día del hecho.
Además, los pesquisas hallaron en la vivienda un papel manuscrito con la leyenda «Naged Ramírez muerto» y secuestraron nueve teléfonos celulares, blísters de tarjetas SIM, tres discos rígidos, seis pendrives, tres notebooks, una tablet y dos GPS.
Los detectives también encontraron 4.000 dólares, 30.000 pesos, 500 pesos mexicanos, 387 reales, 50 gramos de cogollos de marihuana y siete cajas con distintos expedientes judiciales.
Bonanno fue detenida el jueves último y al día siguiente se negó a declarar al ser indagada por el juez federal de Campana, Adrián González Charvay, quien decidió que siga presa mientras resuelve su situación procesal.
El magistrado asumió la instrucción de este doble crimen cometido en Capital Federal ante la vinculación que puede tener con «Bobinas Blancas», la causa en la que el año pasado desbarató a una banda –entre ellos detuvo a Naged Ramírez–, que pretendía enviar desde Bahía Blanca y Mendoza dos toneladas de cocaína con destino Canadá y Europa.
También se investiga un viaje que la letrada realizó a la ciudad mexicana de Cancún entre el 21 de agosto y el 2 de septiembre del año pasado, es decir, unos dos meses después del operativo «Bobinas Blancas».
Naged Ramírez y su hijo fueron asesinados la noche del lunes pasado en el departamento 10mo. «D» de avenida Cabildo 2659 que alquilaban en el barrio de Belgrano, luego de una reunión que tuvieron allí con Bonanno.
El mexicano estuvo preso por la causa «Bobinas Blancas» hasta el 15 de marzo último, cuando la Justicia ordenó su libertad y se analizaba si estaba en capacidad de seguir el proceso por las secuelas que dejó en el imputado un ACV que sufrió en el penal de Ezeiza.
Por su parte, Bonanno fue detenida a raíz de las contradicciones en su declaración y tras analizar una serie de videos, entre ellos, el de la entrada al edificio de la avenida Cabildo en el que se observa que llegó a la puerta del edificio casi junto al presunto sicario.
La abogada le dijo a la Policía de la Ciudad que permaneció reunida con Naged Ramírez y su hijo y cuando le abrieron la puerta para que se retire, apareció el sicario en el palier, los amenazó con un arma y los obligó a ingresar al departamento, donde este hombre cometió los crímenes con un arma 9 milímetros, y a ella la dejó viva.