Un joven de 18 años que era buscado desde anteayer acusado de asesinar a una nena de 4 años y su papá, se presentó ayer al mediodía ante el juez que investiga la causa. El hecho que se le achaca ocurrió durante la tarde del domingo. La niña murió poco después de recibir un disparo en la cabeza. Su padre había quedado internado con un disparo en la espalda y otro en el brazo y falleció durante la madrugada de ayer. Los pesquisas enmarcaron el hecho dentro de una pelea de vieja data entre dos familias.
Según fuentes cercanas a la investigación, el principal sospechoso del doble crimen es Matías N., de 18 años, con numerosos antecedentes penales, conocido por el apodo de Monedita, quien ayer al mediodía se presentó junto a su madre y un abogado ante el juez Javier Beltramone, titular del Juzgado de Instrucción de la 9ª Nominación, a cargo de la causa. El joven quedó detenido.
El hecho que se le achaca ocurrió el domingo cerca de las 16.45, en Ayacucho al 4800. Por allí circulaban, a bordo de una motocicleta, Leandro Ezequiel Ojeda, de 23 años; su mujer María R., de 22; y las hijas de ambos: Triana Jazmín Racosky, de 4 años, y su hermanita de 2.
De acuerdo con la investigación, una moto con dos ocupantes se les puso a la par. El muchacho que iba como acompañante empuñaba un arma de fuego con la que, según algunos testigos, efectuó seis disparos. Uno de los plomos fue a dar en la cabeza de Triana, quien murió poco después en el hospital Roque Sáenz Peña. Otros dos hirieron a su papá en el brazo derecho y en la espalda. El joven había quedado internado en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca), adonde falleció ayer cerca de las 4.30.
Tras el hecho, los pesquisas explicaron que la mamá de la nena había alcanzado a ver al tirador, a quien conocía, por lo que brindó datos para identificarlo. Según la muchacha, el atacante mantenía una pelea con el hermano de la víctima.
Poco después, el juez Beltramone se presentó en el lugar y ordenó allanar la vivienda del sospechoso, en Necochea al 3900, pero el muchacho no estaba en su casa. Allí se secuestró una computadora con información de interés para la causa y una motocicleta.
En base a la información recabada, los investigadores se arriesgaron a enmarcar el hecho como una pelea de vieja data entre dos familias de la zona, aunque no brindaron detalles al respecto.
El caso es investigado por el Juzgado de Instrucción de la 9ª Nominación, con la colaboración de la comisaría 11ª y la Brigada de Homicidios.