La abogada que se hallaba el lunes último en el departamento del barrio de Belgrano, donde fueron asesinados un hombre de nacionalidad mexicana y su hijo, en una presunta venganza narco, fue detenida en su casa de la localidad bonaerense de Ituzaingó a raíz de las supuestas contradicciones en su relato, informaron fuentes policiales.
Se trata de Julieta Estefanía Bonanno, quien fue apresada en su domicilio de ese partido del oeste del conurbano bonaerense, por personal de la División Homicidios y de Drogas Peligrosas de la Policía Federal Argentina (PFA).
Bonnano es la abogada que se hallaba reunida con el mexicano Rodrigo Alexander Naged Ramírez y su hijo colombiano John Naged al momento del doble crimen.
La detención fue ordenada por el juez federal de Campana Adrián González Charvay, quien estuvo a cargo de la investigación de la causa “Bobinas Blancas”, en la que el año pasado se secuestraron dos toneladas de cocaína camufladas en bobinas de acero listas para ser enviadas a Europa.
En aquella investigación, el juez había detenido, entre otros, al mexicano Naged Ramírez, apodado “El Ingeniero”, quien estuvo alojado en el penal de Ezeiza hasta marzo de este año, cuando fue excarcelado por cuestiones médicas, ya que había sufrido un ACV y no podía movilizarse con normalidad.
Mucho para explicar
En esa filmación se observa que la letrada llegó a la puerta del edificio y tocó timbre a las 21.40 y pocos segundos después se acerca el presunto sicario vestido con un jean y un buzo con capucha y se ubica detrás de ella, fingiendo ser un vecino que se había olvidado las llaves.
El hijo de Naged demoró tres minutos en bajar a abrir la puerta y a los investigadores les llamó la atención que en ese lapso la abogada en ningún momento giró su vista para ver al hombre que tenía detrás suyo, como si supiera que estaba allí y que, además, lo conocía.
Fuentes de la investigación dejaron trascender, además, que el juez González Carvay cuenta con otro video en el que se observa a la abogada conversando con un hombre de características similares a las del supuesto sicario.
La abogada permaneció reunida con Naged Ramírez y su hijo y cuando le abrieron la puerta para que se retire, apareció el sicario en el palier, quien los amenazó con un arma y los obligó a ingresar al departamento.
Según el relato de la abogada a los investigadores, el sicario la obligó a maniatar a las víctimas y la encerró a ella en el lavadero, tras lo cual asesinó al mexicano y a su hijo de dos balazos calibre 9 milímetros en la cabeza.
Fue la propia abogada que con sus gritos desde el lavadero alertó a los vecinos que, luego, llamaron a la policía y llegaron al departamento donde descubrieron a los cadáveres.
Las pesquisas intentan también determinar por qué motivo un asesino a sueldo dejó viva a una testigo que puede llegar a identificarlo, cuando fue a cometer un crimen de este tipo.