Sergio Kozak, quien está sindicado como el principal sospechoso de haber cometido los femicidios de una joven de 24 años y de su madre, de 39, en la localidad misionera de San Antonio, está siendo buscado intensamente en la frontera con Brasil.
Según informó la prensa local, la Policía busca desde ayer a Kozak, de 33 años, en la zona fronteriza, luego de haber encontrado su camioneta abandonada en una chacra del paraje Cerro Siete, ubicado a menos de ocho kilómetros de la ruta 101, y a otros 10 kilómetros de la escena del crimen, en la que fueron asesinadas Débora Elizalde, de 24, y la madre de ésta, Gabriela Agüero, una docente de 39.
El vehículo tenía las puertas trabadas y en principio los investigadores sospechan que el hombre se escapó a Brasil por uno de los tantos pasos ilegales, y por eso en las últimas horas intensificaron la búsqueda en la zona fronteriza. Se supo que hasta el lunes al mediodía, Kozak estaba con vida porque estaba activo en sus redes sociales, pero después de esa hora dio de baja sus cuentas y el rastreo satelital que había sido ordenado por la Justicia tuvo que finalizar.
La causa está a cargo del Juzgado de Instrucción Tres de Puerto Iguazú, cuyo titular es el juez Martín Brites, quien el lunes viajó con su equipo hasta la localidad fronteriza y supervisó personalmente las tareas periciales, tanto en el lugar del crimen como en el sitio del hallazgo de la camioneta.
El hecho ocurrió este lunes a la madrugada en el barrio Nueva Esperanza, en San Antonio, luego de que ambas mujeres se retiraran de un local de entretenimientos. Alrededor de las 4 madre e hija se subieron a un remise y fueron seguidas por el comerciante Kozak que iba en su camioneta. Según el testimonio del hermano de una de las víctimas, Kozak intentó atropellar a una de las mujeres con su camioneta Fiat Toro y luego se bajó del vehículo, y le disparó por la espalda a ambas con un revólver de calibre 32.
Madre e hija murieron en el acto, en tanto que el joven interceptó al comerciante y forcejeó con él mismo hasta que lo despojó del arma que llevaba, y la arrojó a unos pastizales. Tras la lucha, el asesinó se subió a su camioneta y se escapó, y horas más tarde, el vehículo fue encontrado abandonado.
Desde el entorno familiar de las víctimas confirmaron que en diciembre pasado la joven de 24 años, quien mantenía una relación con el prófugo, lo había denunciado por violencia de género y estaba vigente una orden de restricción de acercamiento.