“La verdad ya no es lo que sucede, sino lo que se dice de ella”. De este modo, el Grupo de Estudio y Montaje de la Escuela de Actores y Actrices de La Comedia de Hacer Arte planta bandera en los tiempos de la “posverdad” y esta domingo por la noche estrena Doce, una creación colectiva que nace como fruto del estudio y la experimentación de una forma de trabajo que transita, desde 2016, las experiencias de formación que comandan Hernán Peña y Cielo Pignatta y que tiene en su haber, aunque con otros actores, una inolvidable versión de Antígona Vélez de Leopoldo Marechal y Grotesca. Suit criolla sobre el imaginario de los personajes de Armando Discépolo.
En Doce, donde el teatro una vez más se mete dentro del teatro, un grupo de actores y actrices audicionan para ser parte de un espectáculo que se llamará, precisamente, La historia universal del teatro. Pero durante los primeros ensayos ocurre algo inesperado: la verdad ya no es lo que sucede sino lo que se dice (o lo que otros dicen) de ella.
“Doce propone a través del humor una mirada crítica sobre el mundo actual. Un casting es un suceso que lleva a las personas a someterse a pruebas de todo tipo. Cada vez que hay una convocatoria, una masa humana se desplaza al lugar de la cita para exponer sus cualidades a lo que dé lugar”, adelantan desde el equipo creativo. Y se preguntan: “¿Hasta dónde estamos dispuestos a llegar para quedar seleccionados?”.
“Este es un trabajo que concretamos a partir de un nuevo equipo de estudio y montaje; como lo venimos haciendo, cada grupo elige un tema, lo estudia y luego lo aplica a una propuesta escénica, esencialmente planteado desde la creación colectiva y la voz grupal, que es algo diferente a los montajes anteriores”, adelantó la actriz, directora y docente Cielo Pignatta acerca de este nuevo equipo integrado por Estefanía Caminotti, Nicolás Cefarelli, Maru de Rosa, Viviana Espinosa, Daniel Navarro, Lucrecia Panzia, Fernando Porcel, Marisa Rinaldi, Sol Rizzo, Mauricio Tejera, Alejandra Tineo y Lucrecia Zamboni, los “doce” a los que alude el título del nuevo material.
A su tiempo, y en relación con el nuevo grupo de trabajo, Hernán Peña evaluó: “Son actores en los que está muy presente el humor y eso nos llevó a buscar por ese lado, más allá de que el resultado es una comedia dramática, porque camina a un desenlace poco feliz”.
Y continuó: “Entre los puntos que nos planteamos a modo de desafío aparece fuertemente la idea de trabajar desde la creación colectiva y la historia universal del teatro. De las improvisaciones salió esta idea de que se trataba de un grupo de actores que se presentaban a un casting. Como el tema es el teatro dentro del teatro, en la obra aparecen escenas de algunos de los hitos que para nosotros fueron los que marcaron la historia del teatro universal. En ese contexto aparece todo aquello que atañe a un elenco que prepara una obra con una serie de situaciones inesperadas que llevan la historia hacia lo trágico”. Y cerró: “En las improvisaciones apareció el tema de la posverdad, por esto que estamos viviendo donde la verdad ya no es lo que sucede sino lo que parece ser verdadero; lo que se dice que sucede. En la obra hay un malentendido por el cual dan como cierta la opinión de uno de los actores acerca de un tema en particular, y es así como crean un mundo alrededor de esta supuesta verdad, un comentario que avalan como una verdad absoluta y lo viven de ese modo, lo toman, y eso tiene sus inevitables consecuencias. Es así que el resultado es una mirada crítica acerca de la verdad y lo que se dice sobre ella”.
Una usina de grupos
La propuesta de la Escuela de Actores y Actrices de La Comedia de Hacer Arte, grupo con dos décadas de recorrido, tiene como objetivo generar grupos que luego tengan continuidad con su trabajo. “Vienen siendo elencos numerosos y como en los casos anteriores, este es un grupo que abordó su propia poética, independientemente que aquí no aparece ningún texto previo o autor a ser abordado, sino que se trata de un texto surgido de los mismos actores”, detalló Peña.
Por su parte, Pignatta aportó: “Además de encontrar la voz grupal, con la Escuela de Actores intentamos generar una especie de usina de grupos; proponemos una serie de herramientas específicas para cada grupo de actores, del mismo modo que una serie de ideas en relación con la gestión y organización de sus propios espectáculos para que encuentren una dinámica y así poder mantener ese espectáculo en cartel, hacer la mayor cantidad de funciones posibles y que el grupo perdure en el tiempo. Para eso trabajamos mucho el ejercicio del consenso, porque aunque lleva más tiempo, sirve para generar una continuidad frente a la otra opción que es la fuerza de una mayoría”.
Criticar desde el humor
La comedia y el absurdo son géneros con los que el teatro ha planteado a lo largo de la historia sus críticas más feroces, dado que el humor pareciera generar en el público una especie de estado de indefensión que se vuelve una puerta de entrada al discurso y la bajada de línea. “Haciendo un recorrido por la historia de la comedia, precisamente, surgió como una crítica; su función social ha sido siempre criticar el estado de situación y particularmente al poder. Es así como la obra se vuelve una crítica al mundo actual y en particular, al mundo de los actores y las actrices”, dijo Peña finalmente.
Para agendar
La obra teatral Doce se conocerá este domingo, a partir de las 20.30, en el Cultural de Abajo, de Entre Ríos 579, con entradas populares
