Economía

La otra interna

Dólar campaña: qué valor soporta la economía cotidiana y a cuánto lo quieren los especuladores

En plena carrera a las urnas, el dólar paralelo volvió a trepar luego de cierta estabilidad. Según el economista Federico Fiscella, para el gobierno “se adelantaron los tiempos” y tendrá una pulseada con sectores que especulan en plena campaña electoral   


¿Qué va a pasar con el dólar? Un interrogante que cobra fuerza a medida que avanza la campaña electoral. De interés para la vida política y recurso discursivo rumbo a las urnas, pero que también se transformó en una preocupación para quienes perciben ingresos en pesos. Cada decisión adoptada por el gobierno nacional en materia económica y financiera influirá directamente en el clima social de cara a las primarias de septiembre. Enfrente, un sector de la oposición (política y económica) que sigue de cerca cada paso y especula con “un atraso” en el dólar presionando con una nueva devaluación.

Estos intereses imponen el discurso del “atraso cambiario” y la necesidad de que el dólar paralelo siga corriendo hasta orillar una cifra cercana a los 200 pesos, sin importar el impacto que pueda generar en la economía de quienes perciben sus salarios en moneda local y con actualizaciones que, solo en algunos casos, pueden seguir de cerca a la inflación. Si bien no determina el valor oficial, el blue genera una expectativa para los formadores de precios que especulan con trasladar ese aumento a los productos.

Consultado por El Ciudadano, el economista y especialista financiero Federico Fiscella analizó cómo puede evolucionar el dólar durante los próximos días en medio de la campaña electoral. Consideró que las medidas restrictivas anunciadas durante julio para acceder a los dólares bursátiles, fueron el primer reflejo que mostró el gobierno para detener la caída de reservas del Banco Central, y un síntoma de que los tiempos que preveían de cara a la campaña “se adelantaron”. A su vez, contradijo a los sectores especuladores que por estos días sostienen la idea de que existe un atraso cambiario. Según el analista local, siempre hay un justificativo de ciertos actores para considerar que el dólar está barato y que puede seguir subiendo, pero consideró que para una evaluación real o más ligada a la economía doméstica, es necesario tener en cuenta el cálculo en el valor de los salarios en dólares y compararlo con el de años anteriores.

En ese sentido, deslizó: “Si un asalariado argentino ganaba en promedio 600 dólares por mes antes de la gestión de Macri y de golpe hoy gana 250, perdió la mitad de su salario en dólares producto de las devaluaciones, algo que muestra que la situación no da para más. Pareciera que los que insisten con eso no ganan un sueldo, sino una renta en dólares”.

—¿Por qué durante julio se dio una suba importante en el dólar después de mucho tiempo?
—Se adelantaron los tiempos, esta cuestión de pérdida de reservas que se dio durante buena parte de julio, estaba previsto que comience a suceder a finales de agosto, no ahora. Todo se va adelantando. Si la lógica era que las reservas podían empezar a estar complicadas en la previa cercana a las Paso, bueno, se adelantaron los tiempos. Si estuviéramos con una inflación del 29%, esto no estaría pasando, pero la inflación dejó abierto un hueco para que cualquiera especule con que la inflación va a seguir siendo alta entonces todos van a querer seguir comprando dólares.

—¿Es real la idea de que existe un atraso cambiario y que el dólar debería superar el valor actual?
—Si el dólar lo medís por información macroeconómica, está en un buen valor, es un dólar competitivo. Quizás en los dólares paralelos puede haber cierta distorsión por los impuestos, pero es un dólar competitivo, no hay razones para pensar que no lo es. Donde hay razones para pensar que no, es en el ámbito de la política y de cara a las elecciones, donde todos especulan. El gobierno tuvo desde enero la positiva que acumuló reservas con el aporte a las grandes fortunas y con las retenciones a la soja. Tiene una cantidad de reservas como para tener poder de fuego en el corto plazo, hasta las elecciones, mucho más no que eso no le da para aguantar una corrida sistemática todos los días. Si el gobierno fuera inteligente debería controlarlo y controlar que no le pase después de las elecciones.

—¿Hay otra variable que pueda definir si el dólar está barato o caro?
—Podemos medir también si el dólar está caro o barato en función de los salarios. Nosotros supuestamente éramos los más caros de Latinoamérica y éramos poco competitivos cuando asumió Macri. Ahora nadie puede decir eso, el salario en Argentina es regalado para que una multinacional venga y se instale. Eso te demuestra que el dólar no necesitaría ir más arriba. Con este salario no necesitás seguir ganando competitividad devaluando más. Pero siempre hay un sector que cree que si el dólar vale 500, mejor todavía, y en este contexto de duda electoral, las dudas se trasladan al dólar.

—¿Cuál fue el antes y el después para el aumento del blue a valores que no registraba desde el año pasado?
—A mediados de julio salió una resolución del Banco Central que limitaba la operatoria de Contado Con Liquidación (operación bursátil en la que se liquidan los dólares en el exterior), algo que venía a contramano de la filosofía del año pasado, que era agrandar el mercado de dólar en bolsa ya que es un mercado en blanco y que se puede controlar, para que a partir de ese mercado se genere un competidor al dólar blue que, es el que no se puede controlar. Esa estrategia había funcionado bien porque se logró bajar el blue de 200 a poco más de 150 pesos. De golpe sale una resolución que va a contramano de eso donde se le quita espacio a las operaciones de Contado Con Liquidación y automáticamente arrancó con una corrida en el blue, que se fue enseguida a 180 y pico. Ahora bajó un poco a partir de las intervenciones que está teniendo el Banco Central en el Dólar Bolsa.

—¿Esa decisión y sus consecuencias comprometen de alguna manera las reservas del BCRA?
—Desde que el gobierno comenzó a restringir, en las primeras ruedas no bajaba entonces empezaron a vender dólares de las reservas para bajar el precio y ahí empezó otro análisis donde todos se preguntaban si con esa venta de dólares se perdían reservas. Los primeros días no se perdieron reservas. Se vendían, pero en el balance y por lo que ingresaban por las operaciones de exportadores lograba seguir acumulando reservas. Los últimos días de la semana pasada ya fueron los primeros días donde intervino y perdió reservas. Es cierto que se le pagó un parte al Club de París (200 millones de dólares), pero ya empieza a notarse la pérdida de reservas. El tema no es que el Central intervenga, sino que las reservas no bajen, pero ahora ya tuvimos las últimas dos ruedas con bajas de reservas. No es grave, pero empieza a ser el núcleo del análisis: como quedó el saldo después de las intervenciones.

—Esas restricciones, ¿exponen una disputa entre las ideas de Martín Guzmán (ministro de Economía) y Miguel Pesce (director del BCRA)?
—Estas decisiones son peleas que van a estar abiertas hasta las elecciones. El año pasado se hizo más pública la interna entre Guzmán y Pesce. La decisión de restringir las operaciones para el dólar bolsa es del Central, y es una idea que contradice la postura del Ministerio de Economía. La interna más fuerte entre esos dos actores se dio el año pasado. Guzmán obtuvo el resultado que pretendía dando lugar a las operaciones en el dólar bolsa, y ahora que se volvió a restringir, estamos de nuevo en una mini corrida, controlada, pero mini corrida al fin.

—Durante estos últimos días de movimientos en el dólar, ¿hubo comportamientos a atender en los depósitos en pesos?
—En ese sentido no hay una corrida en volumen, no es como en otro momento en que aparecía un tipo que tenía diez mil pesos y te quería comprar dólares. Sí aparecen los grandes, que cuentan con excedente y se están dolarizando. Hoy no hay minoristas porque no les sobra para dolarizar nada. Hoy si preguntás a un keynesiano o a un liberal cómo está el salario en Argentina, te tiene que contestar que está hecho pomada, y de ahí arranca el resto de los problemas, con estos sueldos es imposible que la economía levante.

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