Una pérdida más. Otro tipo de fierro que se va. Otra familia que pierde a su pilar y el básquet que se queda sin un entrenador y una gran persona. Gustavo Andrada falleció en las últimas horas tras luchar contra una enfermedad que lo aquejaba desde hace un tiempo.
El Chivo se desempeñó como jugador primero y luego como entrenador en numerosos clubes de la ciudad, siendo muchas veces protagonista de los torneos de ascenso, pero marcando a todo el que lo conoció por su forma de ser y su calidad humana.
“Gracias por todo viejo, gracias por lucharla, gracias por no abandonar, gracias por todo tu amor, por tus risas, por tus ganas de amar a la familia. Simplemente gracias papi. Nos veremos en el cielo. Te amo, te amaré y te extrañaré toda la vida. Te debo muchísimo, marcaste mucho en mi vida”, escribió su hijo Ezequiel en redes sociales. Ezequiel también es jugador de básquet.
“Querido Chivo , gracias por todo lo que le diste a nuestro club y a este hermoso deporte… Jugaste la final con todas tus fuerzas pero no alcanzó. Seguirás con nosotros en la cancha en tú rincón, ese lugar en el que querías estar en cada partido, tu silla, tu coca (zero) y tus ganas de venir a cada partido y práctica del Titi. Seguro ya estás con Julio armando algún partido. Gracias por tanto”, escribió el Club Edison en sus redes.
Se fue el Chivo y se lo va a extrañar mucho. Nuestras condolencias a familia y amigos.