En el cementerio Solar del Señor, de Villa Gobernador Gálvez, los restos del pastor Eduardo Enrique Trasante fueron despedidos en el mediodía de este jueves por familiares y una numerosa caravana de allegados.
Los deudos llegaron a la vecina localidad luego de que su círculo más íntimo velara al ex concejal en una cochería de Rosario. Un día antes la viuda, Carolina L., declaró durante tres horas el fiscal de Homicidios Dolosos Patricio Saldutti para aportar pistas sobre el móvil del homicidio, cuyas motivaciones son aún una incógnita.
Poco a poco, sin embargo, se consolida la hipótesis de crimen mafioso como la principal. “Le arrebataron la vida injustamente”, dijo al respecto la pastora María Cristina Delgado, presente en el cortejo fúnebre.
El testimonio de la religiosa, presidenta de la iglesia cristiana evangélica Unidos Venceremos, de Villa Gobernador Gálvez, fue recogido por el móvil del Canal 3.
En sus breves palabras, Delgado expuso que Trasante había ofrecido su ayuda en un momento difícil de su vida, una situación que describe cómo el pastor estaba dispuesto a involucrarse en la peor cara de la ciudad: la de la violencia armada que azota los barrios. Tal y como lo hizo cuando pidió justicia por los crímenes de sus hijos Jeremías y Jairo.
“Hace cinco meses mataron a un chico que yo crié desde los seis meses, por narcotráfico. Le metieron cinco tiros. Era un chico decente, de trabajo. Fue para hacer callar la boca de ciertas personas. Él (Trasante) fue el primero que me llamó para decirme si necesitaba ayuda. Y yo no quise meterlo porque sabía que estaba corriendo peligro”, expuso Delgado sobre la actitud que tenía Trasante en estos casos.
“Siempre estaba al frente para ayuda a los más desvalidos y los más necesitados. Algo tiene que pasar ahora. Él corría peligro porque era un luchador”, cerró la mujer en el recuerdo del ex concejal y religioso de 54 años.