Los restos del chico de 12 años que fue asesinado ayer en la localidad balnearia de Miramar por delincuentes que entraron a robar a su casa son despedidos en medio de la conmoción de familiares, vecinos y amigos.
Anoche, grupos de revoltosos destruyeron a piedrazos el edificio municipal mientras cientos de vecinos habían participado antes de una manifestación pacífica pidiendo justicia y el esclarecimiento del crimen.
Según las primeras versiones, aparentemente los delincuentes sorprendieron a la criatura oculta debajo de la cama mientras intentaba comunicarse con su familia, y lo asesinaron.
Por el hecho, fueron detenidas dos personas que tienen antecedentes penales y viven en las cercanías de la casa de la víctima, y que se supone habrían matado al chico porque los reconoció durante el asalto.
El hecho, que conmovió a la ciudad balnearia, ocurrió en una vivienda de la calle 27, entre 46 y 48 del barrio Las Palmas, a la que ingresaron al menos dos delincuentes con fines de robo.
Al caer la tarde cientos de vecinos se congregaron frente a la sede comunal a la vez que se establecía un cordón de la Guardia de Infantería, que no pudo evitar que una lluvia de piedras destruyera casi todos los vidrios de la municipalidad.
Luego de los disturbios, el intendente comunal, Patricio Hogan, dijo no tener «ninguna duda» acerca de la pertenencia política de quienes atacaron de manera violenta los edificios de la comisaría y la municipalidad, quienes, según dijo, estarían buscando su renuncia al cargo.
Tras una media hora de ataque con piedras, el frente del edificio municipal quedó totalmente destruido, mientras entre dos y cinco policías resultaron heridos.
El chico, identificado como Gastón Bustamante, estaba solo al momento del ingreso de los ladrones, ya que su padre se encontraba en el trabajo y la madre había salido a hacer unos trámites.
Cuando la madre del menor llegó a la casa, observó todo revuelto, y poco después encontró el cuerpo de su hijo con una media alrededor del cuello y bastante golpeado.
Fuentes policiales indicaron que, al parecer, los asaltantes pensaron que no había nadie en la casa y por ese motivo ingresaron por la puerta trasera para robar objetos de valor que pudieran hallar.
Aparentemente, cuando el chico los escuchó, se escondió debajo de una cama para tratar de pasar desapercibido.
Una versión indicaba que desde allí el nene intentó llamar a su padre con un teléfono celular para alertarlo sobre lo que estaba pasando en la finca, y fue descubierto por los ladrones, quienes entonces lo asesinaron sin miramientos.
Sin embargo, el fiscal Rodolfo Moure indicó a un canal de noticias que no existen constancias de ese supuesto intento de comunicación y precisó que, de hecho, el único llamado que recibió el papá fue de parte de su mujer para comunicarle el hallazgo del cuerpo sin vida de Gastón.
El fiscal confirmó sí que el chico presentaba golpes y había sido estrangulado con una media.
«No descartamos nada, pero no hay motivo para matar a un menor de 12 años indefenso, además de golpearlo y estrangularlo con una media», sostuvo el fiscal.
El chico tenía sangre en el rostro, dado que que haya sido golpeado por los asaltantes cuando lo descubrieron.
Lo que los investigadores presumen es que Gastón reconoció al menos a uno de los asaltantes, y por ese motivo los ladrones lo mataron salvajemente.
No obstante, el fiscal explicó que los detenidos fueron aprehendidos por «razones de urgencia», una figura que está contemplada en la Justicia, y que apunta a evitar que algún sospechoso pueda profugarse.
Los detenidos son vecinos del chico asesinado, y cuentan con antecedentes policiales por robos.
La policía preservó el lugar y forenses de la Policía Científica y el fiscal Roberto Moure, de Miramar, recorrieron la escena del crimen.
El fiscal dijo que los ladrones, tras matar al chico, fugaron con algunos elementos de valor hallados en la casa, aunque abandonaron un televisor que ya habían preparado para llevarse.
Moure también se hizo presente esta noche, luego de los disturbios, que fueron detenidos debido a la intervención de vecinos y dirigentes políticos que que disuadieron a los revoltosos.
Cuando se había logrado frenar el ataque -que incluyó un intento de incendio- la policía disparó balas de gomas contra los atacantes.