Alrededor de cien personas acompañaron ayer por la tarde, frente al Internacional Park, de Oroño y 27 de Febrero, a los familiares de Florencia y Melani Aranda, las nenas rafaelinas que murieron el sábado 10 de agosto cuando se cayó la taza en la que disfrutaban del juego “la vuelta al mundo”. “Hoy se cumplen dos meses de que dos ángeles se fueron al cielo”, dijo entre lágrimas Cristian, el papá de las chicas, ante amigos y compañeros que se acercaron para brindarles apoyo y reclamar justicia. También estuvo presente la intendenta Mónica Fein que no quiso dar declaraciones a la prensa, pero se mostró acongojada y muy afectuosa con la familia.
En el ingreso del Internacional Park, con música religiosa de fondo y en una especie de escenario que paradójicamente mostraba de fondo la rueda en la que las niñas perdieron la vida, cada uno de los familiares expresó sus sentimientos y el recuerdo que guardan de ella. José Aranda, su abuelo, quien es pastor de una iglesia evangélica de Rafaela, aseguró que “no venimos a hacer justicia, somos personas creyentes y por eso confiamos en la sabiduría de Dios, que ve todas las cosas”. En tanto, el padre las recordó como dos chicas diferentes en este mundo, que no tenían maldad. “Su vida era cantar, reír y asistir a la iglesia con alegría”, dijo sin contener el llanto.
También el tío subió al estrado y aclaró que el encuentro de ayer era una movilización pacífica. “El dolor no mengua pero la presencia de algunos hoy, como la intendenta, los amigos, los compañeros de la escuela de Meli y Flor o la gente del Sindicato de Peones de Taxis que no nos abandonaron nunca, ayudan a que merme el dolor”, finalizó.