Familiares, amigos y compañeros de la fuerza le dieron el último adiós a Leoncio Bermúdez, quien fue asesinado el pasado martes en un ataque perpetrado por delincuentes que irrumpieron en el Hospital Provincial con el objetivo de rescatar a un preso.
La banda de música de la Unidad Regional II y una guardia de honor rindieron homenaje frente al féretro, que posteriormente fue trasladado al cementerio El Salvador en un emotivo cortejo.
El cortejo partió desde la casa velatoria ubicada en Matienzo al 3300 rumbo al cementerio El Salvador. Las cuñadas del subinspector, conmovidas, expresaron: «No hay palabras. Mi hermana (la esposa de Bermúdez) está destrozada, lo mismo su mamá, su abuela, todo el mundo». Y agregaron: «Queremos que se haga justicia. Leoncio estaba trabajando, no es que llevaba a su hija todos los días al trabajo. La nena estuvo quince minutos, fue una puta casualidad. Él era bueno», agregaron.
También destacaron la dedicación de Bermúdez con el trabajo. «Era la persona más dedicada a su trabajo y a su familia. No les dejaba faltar nada a sus hijas. Trabajaba 24 por siete para que no les falte nada a todos los de su entorno. Era muy solidario con todos. Esa es la marca que nos deja. Nos dejó una huellita de lo buena persona que era».
Recuerdan al subinspector Leoncio Bermúdez
El subinspector Leoncio Bermúdez, de 42 años, fue asesinado este martes por la noche por parte de un miembro del grupo comando que irrumpió a los tiros en el Hospital Provincial para rescatar o matar a un preso que esperaba volver a la Unidad Penal 11 de Piñero donde cumple condena por un homicidio. En una emotiva ceremonia, familiares, amigos y compañeros de la fuerza le dan el último adiós este miércoles en la casa velatoria Copeto, de Matienzo al 3300. A su vez, en las redes sociales hubo cientos reacciones a los mensajes que lo despedían y recordaban.
María Julieta era vecina de Leoncio Bermúdez y en su muro de Facebook lo describió como “una persona educada, servicial, atenta, con una familia hermosa, un vecino amable, un gran amigo de sus amigos, un padre que siempre se lo veía con sus hijas dándole amor, amigo, compañero, que amaba a su familia que hoy está destrozada, que llora y sufre su muerte como todos los que lo conocimos. Que en paz descanses Leoncio, y por DIOS que se haga justicia”.
Leoncio era oriundo de Rosario, tenía tatuada la frase “familia donde la vida comienza y el amor nunca termina” y le hacía honor en cada publicación en su cuenta de Facebook porque siempre estaba con sus dos pequeñas. Se filmaban y sacaban fotos practicando Ju Jitsu, remando en el Paraná o en salidas con su pareja y sus hijas. Su otra pasión era Newell´s, por ello vestía sus colores cada vez que podía.
Voceros de la Unidad Regional II (URII) contaron que Leoncio Bermúdez tenía 42 años y había ingresado en la Policía de Santa Fe en 2009. En enero de 2010, su destino fue cumplir servicios de caminantes a cargo de la Agrupación Cuerpos de la Unidad Regional II, del departamento Rosario. En mayo de ese mismo año, pasó a prestar servicios en la Unidad Regional IV, Caseros.
En 2017, regresó a la URII, donde fue al Destacamento N° 16 del Hospital Provincial, ubicado en Zeballos y Alem, hasta la noche de este martes trágico cuando uno de los integrantes del grupo comando que irrumpió por la sala de Guardia del Provincial le disparó al chocárselo cuando intentaba escapar y le provocó la muerte casi en el acto.
Desde la fuerza agregaron que el subinspector Bermúdez había pedido una sola licencia médica de dos días en los últimos seis años que estuvo en servicio en el Destacamento del Provincial. “Es un aspecto que destaca lo correcto de su conducta”, enfatizaron.
“A nuestros compañeros. Hoy un ángel más en el cielo, que en paz descanses Leoncio Bermúdez. Que Dios tenga un lugar especial para vos. Un abrazo enorme a su familia. ¡Fuerzas! Y para los que le quitaron la vida. Todo llega, que se pudran esas lacras, no sirven para nada…mangas de parásitos”, escribió Carolina.
Mientras que Sole, prima de la víctima, instó a que “el sistema tiene cambiar. ¡Cómo pudo pasar esto adentro de un hospital! Primo no lo puedo creer. Tan servicial siempre tan buena persona. ¡Por qué tuviste que ser vos! ¡Dios mío alguien tiene que pagar por esto, quedó una familia destrozada! ¡Qué injusticia!”.
Cientos de personas que conocían al subinspector se acercaron este miércoles a partir de las 14 a la cochería de Matienzo al 3300 para acompañar a la familia en su velatorio que continuará hasta las 20. Este jueves sus restos serán inhumados a las 11 en el cementerio El Salvador, de avenida Ovidio Lagos 1840.