Dolores Etchevehere, hermana del ex ministro de Agroindustria del macrismo Luis Miguel Etchevehere, denunció este domingo «violencia, patoterismo y apriete» de parte de los sectores que apoyan a sus hermanos y no acatan la medida judicial que prohibió la realización de «cualquier acto» que impida el egreso de personas del predio rural «Casa Nueva».
«Lo de afuera es muy confuso, caracterizado por la violencia, el patoterismo y el apriete. Acá adentro estamos trabajando, pensando, concentrados, el Proyecto Artigas ya está en marcha», expresó Dolores Etchevehere, en diálogo con radio Rivadavia.
Este sábado, el juez subrogante de la ciudad entrerriana de La Paz, Raúl Flores, resolvió ampliar las medidas cautelares dictadas al disponer la prohibición de realizar cualquier acto que impidiera el egreso de las personas que se encuentran en el interior de Casa Nueva, habitada por Dolores Etchevehere.
En paralelo, la audiencia convocada por el juez Flores para mediar en el conflicto familiar por la posesión de un campo quedó suspendida este domingo luego de que Luis Miguel Etchevehere recusara al magistrado.
En declaraciones radiales, Dolores dijo este domingo que ella no pensaba concurrir a esa audiencia, sino que lo haría su equipo abogados, encabezados por Juan Grabois. «Yo no puedo estar ni a 50 kilómetros de esta gente violenta», expresó.
«Este conflicto es de orden estructural», expresó la hermana del ex ministro, que puso en duda que la situación pudiera resolverse en «una asamblea de un domingo a las 9 de la mañana», en alusión a la audiencia suspendida precisamente este domingo.
Este domingo por la mañana Luis Miguel Etchevehere anunció desde su cuenta de la red social Twitter que no asistiría a esa mediación judicial.
«Recién se fueron 10 usurpadores que no regresan más. Vamos a estar en la puerta hasta que salga el último de los ocupantes. Hoy no vamos a la audiencia porque recusamos al juez Flores. No puede intervenir hasta que no se resuelva el pedido», tuiteó el ex presidente de la Sociedad Rural.
Dolores Etchevehere relató este domingo que le ofrecieron «un salvoconducto» para salir de la provincia porque su vida corría peligro, en el marco de la disputa familiar por la posesión de un campo.
«Vienen personas que no conozco a increparme, a decirme que me dan un salvoconducto para salir de la provincia porque hay gente nerviosa ahí afuera y me puede pasar algo», dijo la mujer a radio Rivadavia.
El juez había pedido en las últimas horas a las partes que designaran una nómina de seis personas que podrían ingresar y salir del campo para poder llevar alimentos a ese lugar en disputa entre Dolores y sus hermanos Luis Miguel, Juan Diego y Arturo Sebastián, quienes se oponen a que en ese predio se desarrolle un emprendimiento agroproductivo denominado como Proyecto Artigas.
Durante la jornada de este sábado, los hermanos, junto con su madre Leonor Marcial Barbero de Etchevehere y un grupo de personas se instalaron en la puerta del establecimiento rural e impedían que pudieran ingresar o egresar personas y vehículos del predio «Casa Nueva».
En referencia a ellos, la hermana del ex ministro macrista diferenció «dos zonas» en la propiedad. «Una cosa es lo que ocurre sobre la ruta en la entrada del campo y otra cosa muy diferente ocurre adentro».
Además, se quejó porque su agenda de trabajo «se ve intervenida por la presión que recibimos desde afuera», en referencia a sus tres hermanos, a quienes definió como «los Etchevehere corruptos», y el grupo que los acompaña.
Sobre su mala relación familiar, la mujer dijo que no mezcla «los sentimientos» en este tema.
«No elijo en estos 11 años de investigación pintarlo con el matiz de ver si los quiero o no. Son cuestiones internas muy personales», señaló.
Añadió que «ser hermano no te santifica, no te da el derecho a omitir a encerrar o a robar».
Y aclaró: «Si yo no denuncio los actos de corrupción de esta gente, también corro el riesgo de quedar relacionada con sus actos ilícitos».
Finalmente, contó que este lunes comenzará a declarar ante el fiscal Federico Delgado sobre las denuncias por corrupción y otros delitos en las que ella involucra a sus hermanos.
«Voy a ejercer mis derechos no solamente hereditarios sino los adquiridos a través de 11 años de investigación. Voy a llegar hasta las últimas consecuencias, hasta que toda la investigación esté ingresada prolijamente dentro de la Justicia en la causa a cargo del juez (Daniel) Rafecas», sostuvo la denunciante.