El ministro de Agricultura, Julián Domínguez, criticó ayer el paro dispuesto por la mesa de enlace y dijo que “no se entiende el sentido de esta protesta” ya que “el cese de comercialización perjudica al productor que necesita vender” sus granos. “Mi tarea como ministro es que al productor y a la cadena de los agronegocios les vaya bien, y si hay dificultades, trabajar para resolverlas”, dijo Domínguez. A su juicio,”acá no se discute la rentabilidad del productor, porque tenemos precios internacionales y el productor tuvo rentabilidad”, por lo cual, insistió, “la protesta no tiene sentido”.
“Desde la cartera a mi cargo se pudo cumplir con el propósito de salir del monocultivo y promover la rotación del suelo. Este era un viejo reclamo del sector, que pedía que se generen las condiciones para sembrar trigo y maíz”, planteó Domínguez, al tiempo que reconoció que respecto del trigo el gobierno nacional tiene “un problema”. “Lo hemos reconocido, por lo que generamos un financiamiento de un millón de toneladas a tasa cero en el Banco Nación para que el productor pueda resolver su problema”, indicó.
En este sentido, el funcionario agregó que “por suerte pudo hacerse y hubo un nivel de cosecha casi histórico (más de 14 millones de toneladas, el doble de la campaña anterior), lo que es bueno en términos de alentar una política de rotación de suelo y de cultivos y de promover alternativas que le permitan al productor generar más rentabilidad”.
Por su lado, el jefe del bloque oficialista de la Cámara de Diputados, Agustín Rossi, afirmó que el cese de comercialización iniciado ayer por empresarios rurales nucleados en la mesa de enlace tiene “características más políticas” que de reclamo por una “reivindicación o el logro de una mejora concreta”.
“Nosotros coincidimos con el sector en cuanto a que el productor (de trigo) tiene que cobrar el precio FAS teórico y tomamos las medidas para que esto sea así”, dijo Rossi sobre la diferencia entre ese precio y el menor que realmente pagan exportadores y molinos, entre otros compradores, a quienes producen el cereal.
El gobierno nacional anunció la semana pasada la liberación de saldos exportables de trigo durante una reunión con la mesa de enlace, pero la medida no conformó a los ruralistas, que piden mercado libre sin intervención del Estado.
Sin cortes ni desabastecimiento
Eduardo Buzzi, titular de Federación Agraria (FAA) aseguró que no habrá faltantes de mercadería, que las rutas están tranquilas y dijo que desde el gobierno “no saben cómo explicar que les están dando fenomenales negocios a las multinacionales”. Buzzi dijo que hasta el próximo domingo “se postergan algunos negocios de venta de granos: puede demorar unos días cargar algún barco, pero no tiene impacto en la vida económica, mucho menos en la vida cotidiana de la sociedad”.
En tanto, el dirigente de FAA criticó que desde la administración nacional “se intente preocupar” por posibles inconvenientes en las rutas, que causarían un importante malestar en estos tiempos de vacaciones, y también que se alerte por falta de pan o de otras mercaderías de consumo masivo.
Por su parte, el presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Hugo Biolcati, reconoció que el paro “es una medida simbólica de impacto político”. En declaraciones radiales, dijo que la medida de fuerza “al gobierno le significa una señal importante de cuál es el descontento de los productores por las medidas que ha tomado, hace cinco años que viene tomando en perjuicio de la comercialización de trigo”.
En tanto, el titular de Coninagro, Carlos Garetto, sostuvo que “el productor quiere vender el trigo al precio que realmente corresponde y cumplir con los compromisos” y calificó al cese de comercialización como “una advertencia hacia el gobierno”. La mesa de enlace realizará mañana un acto en la ciudad de Bahía Blanca.