Las autoridades denominaron «donante ideal» a la persona debido a la magnitud del operativo, en el que también pudieron extraerse las córneas.
La coordinadora del Cudaio en el hospital Cullen, Eugenia Chamorro, destacó que «el proceso abarcó desde el abordaje y contención a la familia del donante, ya que se trató de una muerte inesperada de una persona joven, hasta la confirmación de los siete implantes, cinco de ellos en otras provincias, en casi 24 horas».
Los órganos extraídos fueron los dos riñones, corazón, hígado, páncreas y ambos pulmones, en tanto el intestino estaba apto para trasplante pero no se encontró receptor compatible.
El operativo completo requirió de una sincronizada coordinación entre varios equipos y sus correspondientes medios de traslado, entre los que se contaron vuelos sanitarios y el apoyo logístico de ambulancias y patrulleros, con la participación de casi un centenar de personas.
Chamorro contó que «a excepción de los riñones, que se asignaron localmente, todos los órganos fueron ablacionados por equipos de trasplante de otras provincias».
«Fueron cinco equipos que actuaron secuencialmente y cada uno regresó con su órgano ablacionado al centro de trasplante correspondiente, en vuelo sanitario a otras provincias», añadió.
La médica añadió que «los traslados desde y hacia el aeropuerto también demandaron una acción coordinada y urgente de vehículos y choferes», a lo que se «agregó también una intervención judicial que fue expeditiva y comprensiva de la dimensión humana del operativo».
«Queremos destacar que fue casi un centenar de personas que trabajaron, en tiempo récord, en este operativo; y que lo hicieron con un profesionalismo y un compromiso conmovedores. También gracias a todos ellos fueron posibles los siete trasplantes», concluyó Chamorro.