Tras la agónica clasificación y un par de resultados extra, la chance de que River enfrente a Boca por los octavos de final de la Copa Libertadores aumentaron considerablemente, pero tanto el presidente Rodolfo D´Onofrio como el manager Enzo Francescoli se mostraron esperanzados en la suerte del «Millonario».
Todo el pueblo riverplatense sueña con repetir la historia que ocurrió hace cinco meses en la semifinal de la Copa Sudamericana, que encima luego se quedaron con el título.
«Pobre Boca, si sale primero le va a tocar el rival de toda la vida», expresó en declaraciones a radio La Red el presidente de River, quien además soltó: «La verdad es que en los partidos por los puntos no nos ha ido mal».
«¿Para Boca es un castigo jugar con River, y para River un premio disputar los octavos? No tengo ninguna duda. Como dice un viejo refrán, a caballo regalado no se le miran los dientes, y allá vamos. La verdad que la suerte no lo acompaña a Boca porque le aparecimos nosotros. Igual, la presión es para los dos y el desgaste es enorme. Ahora… terminar primero y que justo te toque tu eterno rival, es duro», continuó, en clara referencia a Boca.
El presidente también habló de la fortaleza que se gana tras estar casi eliminados a veinte minutos del final de la etapa de grupos y volvió a insistir en que quiere jugar con Boca.
«Para River, que estábamos afuera con el penal de Juan Aurich, ahora es que venga el que venga. Si nos toca Boca o Corinthians, no sé cuál es más complicado. La verdad es que en los partidos por los puntos no nos ha ido mal con Boca. Tras haber pasado por el peor momento, los equipos se fortalecen. Si me decís tenés ganas de jugar con Boca, te digo sí. Era un rival que en algún momento nos va a tocar. Y si me dicen llego a la final con Boca, o con el que quieran, lo firmo. Ya está firmado», sostuvo.
En relación a la sufrida clasificación a octavos de final, valoró el empate rescatado en México contra Tigres, donde el plantel resucitó: «Me parecía injusto que nos quedáramos afuera. Iban a cargar sobre mí, pero sobre todo al plantel y al cuerpo técnico. La verdad que no tuvieron la puntería adecuada en partidos que podríamos haber definido. Donde tuvimos la dosis de suerte y nos cambió el rumbo fue en Monterrey, en esos cinco minutos».
Para terminar, ironizó con Enrique Esqueda, quien convirtió tres goles y fue pieza fundamental en el triunfo de Tigres ante Juan Aurich en Perú, que le dio la clasificación a River en la Copa.
«Si no me equivoco es el que nos dio una milonga bárbara allá. Con los tres goles que marcó seguramente le pondremos una bandera en River. Me queda agradecerle a Esqueda, muchísimas gracias», completó.
La milagrosa clasificación a octavos de final de la Copa Libertadores también causó mella en Enzo Francescoli, el hombre que levantó la última Copa Libertadores para River como capitán en 1996 y ahora sueña con dársela desde la dirigencia.
«Si bien clasificamos de los pelos, lo merecíamos. En lo previo, ninguno de nosotros dudaba de lo que iba a hacer Tigres. Viví el partido con muchísimo sufrimiento, aunque si River quedaba afuera, no era tan dramático. Es parte del fútbol. Ahora estamos en igual de condiciones que todos los clasificados», afirmó el manager de River.
Palpitando puntualmente un hipotético cruce con Boca en octavos, que se sumarán al duelo por el Torneo de Primera División el domingo 3 de mayo, Enzo agregó que «si nos toca enfrentar a Boca por la Copa, el partido por el campeonato quedaría de lado. Es un Superclásico y no importa cómo llega cada equipo, pero el que gane salva el año».
Más allá de esto, reconoció: «Yo evitaría jugar contra un grande como Boca o Corinthians, aunque sé que el hincha de River elegiría cruzarse con Boca. La semi contra Boca (por Copa Sudamericana) y el partido de ayer (con San José, el miércoles) fueron los momentos más importantes que viví como dirigente de River».