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Dos años sin Pichón ni justicia

Familiares de Gerardo Escobar, junto a organizaciones sociales, realizarán esta tarde un festival frente a los Tribunales federales para denunciar que la causa está “virtualmente parada” a 24 meses del asesinato del joven trabajador municipal.

Dicen que en la vida hay que hacer al menos tres  cosas: plantar un árbol, escribir un libro, tener un hijo. Gerardo “Pichón” Escobar sólo pudo hacer la primera mientras se ganaba la vida. Era jardinero en la Dirección de Parques y Paseos de Rosario. Las otras dos le fueron arrebatadas cuando le quitaron la vida, a la salida de un boliche. Esta semana se cumplieron dos años de su muerte, que continúa impune. Desde que la causa pasó al fuero federal como desaparición forzada de persona nada se esclareció y los cinco detenidos (dos policías y tres patovicas) recuperaron la libertad. Hoy, sus familiares junto a organizaciones sociales realizarán un festival frente a los Tribunales de Oroño 940 donde plantarán 24 plantines: uno por cada mes sin Pichón.

“Nos preocupa mucho la pasividad y la poca iniciativa de la Fiscalía. Desde que la causa pasó al fuero federal, hace un año y medio, está virtualmente parada. No hubo avances significativos que nos permitan determinar qué pasó desde que Gerardo logró escapar de la golpiza de La Tienda (escena que quedó registrada en cámaras de seguridad a metros del boliche céntrico de Tucumán 1149) hasta que apareció asesinado en el río Paraná siete días después”, dijo Nicolás Vallet, uno de los abogados de la querella a El Ciudadano.

“Nos urge. Nos resulta sumamente importante un mayor compromiso por parte del Poder Judicial. Lo que pasó no fue menor. Él fue a bailar y apareció asesinado en el río. La sociedad en general y su familia en particular merecen respeto y justicia. Con todas estas demoras y este virtual detenimiento de la investigación no se está teniendo justicia”, agregó.

El mismo reclamo hizo Luciana Escobar, la hermana de Pichón: “La causa que investiga la muerte de mi hermano no tiene juez designado. Desde que (Marcelo) Bailaque tomó la decisión de retirarse de la causa y dejar a todas las personas absueltas –la Cámara dictó luego falta de mérito, lo que permitió que sigan bajo investigación– no hubo más avances. Es una falta de respeto que un caso de desaparición forzada de persona no se investigue como corresponde”, dijo la joven que convirtió el dolor en militancia. “Lamentablemente en todos los hechos que hay policías involucrados pasa lo mismo, hay estancamiento judicial y político y se les garantiza impunidad. No nos queda otra que salir a pedir Justicia a las calles”, afirmó.

24 plantines

Con la consigna “24 meses teniendo memoria, queriendo verdad y exigiendo justicia”, la Multisectorial por Gerardo Escobar convoca a las 17 de hoy a participar de un festival contra la violencia estatal a dos años de su “desaparición forzada y asesinato”. La cita es en Oroño 940, frente a los Tribunales federales,

Además de plantar flores en su memoria, habrá intervenciones artísticas y bandas musicales. Según un comunicado de la Multisectorial, uno de los objetivos del encuentro es denunciar la grave situación de violencia institucional que se vive en Rosario, “un fenómeno extendido, sistemático y con casos de extrema gravedad, entre los que se cuentan dos desapariciones forzadas de personas seguidas de muerte y que la causa se encuentra parada”.

Nunca volvió

La madrugada del 14 de agosto de 2015 Pichón fue visto por última vez. Había salido con un amigo y terminado la noche en La Tienda, un after ubicado en calle Tucumán casi Sarmiento.

Como esa noche desapareció, el joven que lo acompañaba dijo que fue en ese boliche donde lo vio por última vez, pero las primeras actuaciones de la Fiscalía provincial fueron duramente criticadas por la querella, ya que pese a contar con testimonios que apuntaban a la participación de los patovicas e incluso de la Policía, el lugar no fue allanado y los registros fílmicos de sus cámaras de seguridad se solicitaron de manera voluntaria. Fue recién con la aparición del video de seguridad de una vivienda de la zona que se puso el foco en los empleados de seguridad.

Esas imágenes registran a Cristian Vivas, patovica de La Tienda, golpeando a Pichón tendido en la vereda. Una semana después, el cadáver del joven apareció flotando en el río Paraná.

La hipótesis principal que permitió que la causa pase del fuero provincial al federal es que a Pichón lo levantaron en un patrullero de la seccional 3ª, que realizaba operativos de seguridad en conjunto con La Tienda, lo llevaron a la comisaría, lo golpearon y torturaron hasta matarlo y luego lo tiraron al río.

Además de Vivas, están imputados los patovicas César Ampuero y José Carlino. Los policías que hacían adicionales en el local nocturno, Luís Alberto Noya y Maximiliano Amicelli, también fueron excarcelados.

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