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Dos estimaciones sobre la mala leche: caída de producción entre 14 y 20%

El sitio especializado Valor Soja aventura una continuidad del derrumbe del sector, que el año pasado cayó 14%. El vice de CRA, Jorge Chemes, habló de una retracción de dos millones de litros diarios en los tambos por el agua

El sitio especializado Valor Soja divulgó un informe según el cual este año continuará en caída la producción láctea, por lo que alude a una emergencia lechera tras el recorte previo de 14% en 2016 respecto al año anterior. A esta descripción más centrada en lo estructural que alude a una cadena de valor no sustentable, sumó pesimismo el vicepresidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Jorge Chemes. En su caso, por las consecuencias de las recientes inundaciones: estimó que el sector tambero experimenta una baja productiva de dos millones de litros diarios y especuló con una caída global del sector de un 20%.

«La Argentina se encuentra en emergencia lechera. Peligra la  sostenibilidad de muchas empresas y empleos en la cadena de valor  láctea, la cual, por sus características estructurales, tiene un  costo de entrada muy elevado una vez que se sale de la misma»,  señala el reporte del sitio Valor Soja. El documento agrega que los «datos oficiales indican que la producción argentina  de leche en 2016 fue de 9.711 millones de litros, una cifra 14,1%  inferior a la de 2015 y la más baja desde 2007«.

La producción de leche en 2016 fue de 9.711 millones de litros, 14,1%  inferior a la de 2015 y la más baja desde 2007

La publicación carga las tintas sobre la anterior y actual gestión nacional: remite las causas «al impacto combinado de un desastre  climático (excesos hídricos en abril) con una crisis económica  promovida por el régimen kirchnerista y agravada por la falta de  políticas de mitigación de daños de la gestión macrista».

«La mala noticia es que en las últimas semanas se registraron  lluvias torrenciales que volvieron a complicar la producción al  destruir recursos forrajeros, caminos y confort de las vacas en  zonas de alta productividad de las cuencas lecheras de Santa Fe,  Córdoba y Buenos Aires», añade Valor Soja.

Precisamente en el fenómeno climático (y humano) se centró Chemes, de CRA. «Tenemos serios problemas con las inundaciones, de muchísima gravedad. Los tambos están muy mal. Todavía hay mucha agua sobre el terreno y mucho cierre de instalaciones. Hoy se están produciendo dos millones de litros menos y hay una caída en la producción que ronda el 20%», calculó el dirigente empresario.

Se están produciendo dos millones de litros menos y hay una caída en la producción que ronda el 20%

 

 

Disputa por los precios, que explotan en las góndolas

Respecto de la cadena de valor a la que alude el informe de Valor Soja, el ruralista apuntó: los productores «siguen trabajando a pérdida, ya que se está cobrando en promedio 4,60 pesos, con pisos de 4,30 y un techo de 4,80, mientras que producir un litro de leche cuesta entre 5,50 y 6 pesos, que es lo que nos tendrían que pagar».

Los productores cobran en promedio 4,60 pesos, mientras que producir un litro de leche cuesta entre 5,50 y 6 pesos

Desde otro lugar, la publicación especializada estima que, precisamente por la escasez tras el anegamiento de tambos y falta de pasturas, el precio de la materia ya subió y continuará con esa tendencia que, es obvio, no absorberán los restantes eslabones de la cadena sino que terminarán engrosando el valor en góndola que abona el consumidor: «Las industrias lácteas están compitiendo  fuerte por originar la escasa leche disponible en el mercado  local. Algo que probablemente llevará el precio promedio de la  liquidación del presente mes de enero a un valor cercano a 5 pesos el litro versus una media de 4,71 pesos en  diciembre pasado», refiere Valor Soja.

Ese movimiento alcista ya comenzó a ser trasladado a los consumidores: entre abril y diciembre de 2016, según los últimos datos publicados por el Indec, la canasta de productos lácteos básicos en la  ciudad de Buenos Aires (es lo que mide el organismo) experimentó un aumento promedio de precios de  24,5%, contra las canastas farinácea y cárnica bovina, por  ejemplo, que subieron 14,6% y 9,9% respectivamente en igual período.

Entre abril y diciembre de 2016, según el Indec, la canasta de productos lácteos básicos aumentó 24,5%, contra las canastas farinácea y cárnica bovina, que subieron 14,6% y 9,9% respectivamente

Chemes, por su parte, abundó en la necesidad de financiamiento público para el sector, casi de manual para los productores en épocas de inconvenientes y menores ganancias: “Saliendo de la urgencia, lo que se necesita es una fuerte inversión en infraestructura para que esto no se inunde más, como así también seguir trabajando en la transparencia de la cadena», reclamó el vice de CRA.

 

Sancor se sumó

El desastre climático ocurrido en abril de 2016 y enero de 2017  está presente en las regiones en las cuales se concentran las  principales industrias lácteas exportadoras. Pero aunque las empresas aún no cuentan con un tipo de cambio real  adecuado, este año comenzarán a recibir reintegros para compensar  parcialmente esa situación, que en el caso de la leche en polvo será del 3% del valor FOB de la operación.

En este contexto, SanCor difundió un comunicado en el cual asevera que «el sector lechero en su conjunto viene atravesando la  peor crisis de su historia» y que «para enfrentar este desafío,  desde hace varios meses inició un proceso mediante el cual se  pretende una solución definitiva a la situación, el cual se prevé  que culminará en poco tiempo más».

Mientras tanto, «se generan situaciones indeseadas, producto de  las tensiones que se presentan en el camino», aclaró la  cooperativa láctea.

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