Aunque asegura que en ningún momento sintió miedo, Gaetano Pellegrini, un vecino de barrio Azcuénaga de 88 años, tuvo una noche de pesadillas. Pasada la medianoche del sábado, dos ladrones lo despertaron encandilándole el rostro dormido. Casi media hora después se fugaron por la misma ventana que usaron para entrar con su jubilación y las joyas que conservaba de su mujer, fallecida hace una década.
“Estaba durmiendo, eran las doce y media de la noche del sábado para el domingo. Uno me puso la mano en la boca y el otro, el celular con la luz potente que tiene para fotografiar. Me quedé ciego”, dijo Gaetano aunque aclaró: “No me hicieron nada, no me tocaron”.
Según relató el hombre a El Ciudadano, dos muchachos de unos 20 años entraron al patio de su casa de San Luis al 5600 saltando un tapial y luego rompieron una ventana para ingresar al interior del domicilio: “Revolvieron todo y se llevaron todas las cosas que tenía de oro de mi señora. Los aros, las cadenitas, esas cositas, y lo que me quedaba de la jubilación. Yo soy viudo hace 11 años. Vivo solo pero tengo a uno de mis hijos acá a una cuadra”, relató.
Ante el mal trago, Gaetano hizo un breve resumen de su vida. Dijo que nació en Italia y llegó con meses de vida a la Argentina. Trabajó de tornero más de 30 años en el Ferrocarril hasta que se jubiló a principio de los 80. Nunca cumplió el sueño de volver a su Sicilia natal pero tuvo una familia a lo italiana: Dos hijos, siete nietos y en breve será dos veces bisabuelo. Tiene una huertita en el patio de su casa que cuida con esmero y asegura que el violento episodio que vivió el sábado a la noche no le provocó miedo en ningún momento.
El robo ocurrió en jurisdicción de la seccional 14ª y es investigado por la Fiscalía de Flagrancia en turno.